España acogerá de manera compartida con Portugal y Marruecos el próximo Mundial 2030 de fútbol. La idea es que, aunque sea una edición repartida en tres países, un número importante de Comunidades Autónomas se beneficien de este hito deportivo histórico como sedes y subsedes de la competición.

Galicia también tiene sus números para tener un papel protagonista en un evento que se considera ya muy importante, de forma que todas las posibles sedes se posicionan a través de la correspondientes federaciones regionales, en este caso la gallega.

Sin embargo, y al margen de la designación de alguno de los estadios como sede, la polémica que ha abierto la Real Federación Galega de Fútbol tiene que ver con las subsedes que ha propuesto el organismo presidido por Rafael Louzán y, en concreto, con una de ellas. Se trata de la Ciudad Deportiva Afouteza del Real Club Celta, situada en Mos y que, a petición de la Federación, sería una de las 14 subsedes destinadas a labores de entrenamiento por parte de las selecciones nacionales que disputen sus encuentros en Galicia.

El problema es que estas instalaciones están rodeadas de polémica y de sentencias judiciales desfavorables, tras denuncias presentadas por colectivos ecologistas, comunales y vecinales.

Está previsto que en breve una delegación técnica de la Real Federación Española de Fútbol se desplace hasta el municipio pontevedrés para comprobar in situ las condiciones que presenta este espacio. Ante esto, Ecoloxistas en Acción ha remitido ya una carta al ente federativo en la que solicita a sus responsables que no designen como subsede estas instalaciones deportivas “por ser ilegales”.

En la misiva, la ong recuerda a la RFEF que la construción de esta ciudad deportiva se llevó a cabo “en montes comunales, terreno forestal de especial protección, en ausencia de tramitación previa de un Plan Especial de Dotación e Infraestructura”.

Del mismo modo, según se desprendió en su momento del informe del jefe del Servicio de Urbanismo del Concello de Mos, las obras ejecutadas por parte del Real Club Celta ”no se ajustaron a los proyectos” para los que recibieron licencia municipal, explican los denunciantes. En este sentido, añaden que las actuaciones urbanísticas realizadas excedieron en mucho lo permitido por las licencias, “ya que se construyeron unas instalaciones privadas con un edificio de casi 3.000 metros cadrados”, circunstancia que choca de frente con el carácter rústico de especial protección del terreno. Por este motivo, solo podrían construirse unos pequeños vestuarios y almacenes.

Una obra "ilegal"

Por este motivo, Ecoloxistas en Acción traslada a la Federación el hecho incontestable de que es una “obra ilegal”, cuya licencias, además, “fueron anuladas por sentencia del Juzgado de lo Contencioso - administrativo número 3 de Pontevedra. Esta resolución recibió con posterioridad la confirmación por parte del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.

Para los responsables de la entidad ecologista, la propuesta de esta ciudad deportiva por parte de la Real Federación Galega de Fútbol como subsede del Mundial 2030 no es más que el “blanqueamiento” de una “ilegalidad urbanística y un atentado ambiental".

En palabras de Xaquín Pastoriza, portavoz de Ecoloxistas en Acción Vigo, “esperamos que a la hora de inspeccionar Afouteza, la Federación Española de Fútbol tenga en cuenta estos hechos y desestimen la propuesta de designación como subsede, evitando así un grave daño a la imagen de la institución más importante del fútbol español".