Los madrileños llevan meses exigiendo al Ayuntamiento de José Luis Martínez-Almeida medidas efectivas por el medio ambiente y, ahora, en los meses de verano, contra el calor extremo. En el escenario actual, en el que la ciudad, literalmente, se quema por las temperaturas sofocantes, el Consistorio de Cibeles ha tenido una idea que no ha pasado desapercibida entre la ciudadanía, y tampoco de cara a la oposición, mientras que el equipo ‘popular’ la considera todo un éxito.

Se trata de una marquesina refrescante que el ejecutivo municipal instalaba a mediados de julio en Villaverde Cruce a modo de prueba piloto. No se puede negar que la iniciativa sea innovadora; de hecho, sorprende a todo el que pasa por el enclave con buen resultado, ya que es un alivio para quienes esperan aquí el bus.

Sin embargo, la medida choca frontalmente con las reclamaciones ciudadanas y de los partidos de izquierdas, que pasan porque el Consistorio instale más árboles o, al menos, no proceda a talar los que en estos momentos visten la localidad.

El rechazo por parte de algunos a lo que las voces discrepantes califican poco menos que de parche cobra una fuerza especial en su ubicación pionera, justo a la salida de la estación de Villaverde Bajo-Cruce, al encontrarse en una calle en la que se contabilizan hasta ocho paradas de autobús, pero ni un solo árbol.

Deficiencias visibles

Para más inri, para hallar la tan ansiada marquesina -de cuya existencia, por otro lado, no se informa en ningún momento- hay que acudir hasta el final de la avenida. Allí se visualiza el soporte, a pleno sol y desde donde se coge un autobús -el 23- que conecta Villaverde con la Plaza Mayor. Además, se corresponde con la última parada de la línea, en la que los conductores hacen el relevo de su puesto y donde, en consecuencia, es habitual encontrarse con bastantes personas esperando.

Tampoco se explica cómo funciona el sistema -hay que proceder a la inspección del soporte para dar con ello- por lo que, si bien éste no resulta excesivamente complicado, puede dificultar su uso, por ejemplo, a las personas mayores que se sienten a esperar el transporte público.

Así funciona el último invento del Ayuntamiento madrileño contra el calor

El proyecto es autoría de JCDecaux, una empresa especializada en este tipo de instalaciones. En el momento de su inauguración, hacer ahora algo más de 15 días -pero las críticas han vuelto a ser reiteradas en las últimas horas-, el director de la compañía, Carlos Barón, explicó el funcionamiento de la marquesina.

Barón contó que se activa cuando se registran temperaturas por encima de los 25ºC, momento en el que empieza a funcionar un sistema de enfriamiento por evaporación y ventilación que puede descender la temperatura ambiente hasta los 9ºC en el lugar, que, al igual que en el resto de Madrid, ha llegado a superar los 40ºC.

En otro orden de cosas, estas marquesinas están dotadas de un depósito de agua y un módulo de enfriamiento del situado detrás de la madera. También disfruta de una placa fotovoltaica que dota a la infraestructura de energía solar. Estas cuestiones técnicas, anuncia el director de la compañía, favorecen la reducción del consumo energético.

Críticas en redes sociales

Las redes sociales llevan días ironizando acerca de estas marquesinas, cuyo coste ronda los 75.000 euros. Usuarios de la red social X, antiguo Twitter, sostienen directamente que se trata de un “invento carísimo e inútil” que, encima, está instalado “a pleno sol” y consideran que la solución pasa por colocar árboles y dotar a la ciudad de más zonas verdes. "Cuestan menos y aportan más beneficios”, dejan claro los usuarios.

Una de las personas que se ha pronunciado al respecto de la solución del equipo de gobierno municipal contra el calor extremo ha sido la portavoz de Más Madrid, Rita Maestre. La responsable de la formación progresista en el Ayuntamiento ha tirado de ironía en un comentario publicado en su perfil de la mencionada red social. “Impecable gestión de Almeida (…) Para sorpresa de nadie”, ha escrito.