En plena jornada de reflexión, con los líderes políticos pensando en los resultados que este domingo pueden deparar gallegos y vascos, el polémico columnista Salvador Sostres ha vuelto a tirar de teoría del miedo. Lo hace en su columna del ABC a propósito de lo que puede suceder en Galicia y Euskadi y su repercusión a nivel nacional.

Dice que las elecciones de mañana son las que tendrán “una más intensa y exagerada lectura nacional”, para explicar a continuación que, sin embargo y a pesar de la expectación, “no va a pasar” nada.

Pero Sostres tiene la lección bien aprendida y en esta columna que titula ‘Créanme si les digo’ vuelve a arrimar el hombro, el suyo, hacia el partido con el que mejor se identifica, el PP, con el viejo axioma de atacar al de enfrente, el PSOE, aunque sea olvidando la historia más reciente de la formación a la que defiende.

De este modo, tras afirmar que los socialistas “no tienen otro escrúpulo que alcanzar y retener el poder”, se muestra seguro de que las formaciones independentistas “a cambio de echar a Rajoy y de ganar tiempo y margen estarían dispuestos a favorecer la investidura de Pedro Sánchez”, dejando a un lado el referéndum como “condición imprescindible”.

Continúa indicando que el partido de Mas “en su extravío político y moral, ha ofrecido al PSOE su voto afirmativo sin pensarlo”.

Mala memoria

Salvador Sostres se ha ganado que le publiquen otras columnas por el estilo. No obstante, dentro de ‘afinado’ análisis político de pitoniso de lujo, olvida, seguro que no a propósito, los acuerdos de ‘su’ partido con esos ‘independentistas’.

De aquel Pacto del Majestic mejor no acordarse, que luego dicen por ahí que se habla catalán en la intimidad. Las palabras de su -con seguridad- admirado Aznar hacia el entonces todavía ‘honorable’ Pujol, elogiando su talante de hombre de Estado, casi que es preferible obviarlas, porque rememorarlas ahora mismo no viene al caso, sobre todo, con unas elecciones en horas y, quién sabe, si en meses. 

Son curiosos estos olvidos, algo comprensible por el paso del tiempo. Dos décadas dan para mucho, incluso para que la memoria sea ciertamente selectiva. A los representantes de la ‘caverna mediática’ les sucede esto con bastante asiduidad y el propio Sostres se ha ganado a pulso su ascenso en el escalafón de la derecha, para lo cual olvida el respaldo de los 'pujoles' y compañía a Aznar y viceversa del PP en Cataluña.

Por aquello de recordar lo más reciente, debería echar la vista atrás solo unas semanas para hacer una suma y extraer la conclusión de que esos independentistas malvados, a su nuevo héroe Rajoy, le permitieron disponer de la presidencia del Congreso de los Diputados.

Igual también se le ha olvidado porque no están Mas y Pujol y ahora ya no son Convergencia sino PDC… Cuestión de nombres y de memoria.