Los sondeos vaticinan para Barcelona un empate técnico entre los tres aspirantes que mantienen sus opciones (Jaume Collboni, Ada Colau y Xavier Trias), mientras que señalan a un perdedor indiscutible, Ernest Maragall. La gran incógnita, pues, sigue viva tras entrar la campaña en la recta final, pero la letra pequeña de las encuestas concede a Collboni la llave de la alcaldía. Hasta ahora, la campaña del “todos contra Colau” ha servido a la alcaldesa para movilizar su voto hasta asegurarse, como mínimo, la repetición del número de concejales y presentarse como la principal rival de Jaume Collboni. El candidato del PSC, además de tener una pequeña ventaja demoscópica, parece disfrutar, a priori, de un mayor margen de maniobra respecto de sus adversarios para alcanzar, al menos el día de la investidura, los 21 concejales que dan la alcaldía.

PSC, Barcelona en Comú y Junts se mueven en una horquilla de 11 a 9 concejales, quedando ERC relegada a 7, según la media de sondeos. De confirmarse estas proyecciones hechas a partir de un elevado porcentaje de indecisos, todos quedaría muy lejos de la mayoría. Las combinaciones de tres grupos se presentan casi imprescindibles, a menos que los perdedores opten por dejar que la lista que quede en primer lugar se haga con la alcaldía en segunda votación. Esta hipótesis se presenta como altamente improbable por el factor Colau. Xavier Trias ha dicho y redicho que, en el supuesto de no ganar él, hará todo lo que esté en su mano para impedir que la alcaldesa repita en el cargo y el PP, que quedará lejos de la cabeza, pero puede obtener 4 o 5 concejales, se ha conjurado a lo mismo. El PSC dispondrá de esta manera de una bolsa de 12 a 14 diputados a su merced para sumar a los suyos (9-11) en el caso de renunciar a mantener el pacto de izquierdas con Colau.

Collboni y Colau (quede quien quede en primer lugar) siempre podrían sumar con ERC una mayoría de izquierdas holgada. Esta es la fórmula preferida por los electores, aunque los republicanos no han dado una sola señal de estar dispuestos a facilitar la alcaldía a los comunes o a los socialistas, artífices de su fiasco en 2019. En el caso de que Trias quedará por delante, el exalcalde podría sumar con ERC y PSC, pero esta asociación se antoja más difícil todavía que la mayoría de izquierdas, por los muchos conflictos internos que suscitaría. En cuanto a la entente Junts-PSC-PP, antes citada como recurso para el PSC para hacerse con la alcaldía, topa con la evidencia de que Collboni no ha dicho nunca estar dispuesto a todo para evitar que Colau siga en su despacho, de no ser en beneficio suyo, naturalmente.

La diferencia fundamental entre Colau y Collboni, los dos aspirantes que los sondeos sitúan como favoritos, es que Colau solo puede aspirar a retener la alcaldía con el concurso, en primera instancia, del PSC. El retroceso anunciado de ERC y la negativa de Junts a siquiera planteárselo, deja a Barcelona en Comú en manos de los socialistas, aun quedando en primer lugar por unos votos o unos concejales. No así Collboni que podría maniobrar según predicen los sondeos por la izquierda con Colau y por la derecha con Trias. El coste de una u otra elección sería muy diferente, sin embargo, está demostrado que desde la alcaldía los riesgos se antojan siempre justificables.