La resaca de la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno trae consigo el resultado del barómetro trimestral que ofrece el Centro de Estudios de Opinión (CEO), también conocido como el CIS catalán. Según sus datos, el PSC volvería a ganar las elecciones autonómicas y lo haría ensanchando sus diferencias con Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y, por supuesto, con Junts. Los neoconvergentes se desploman hasta los 24 escaños en el escenario más optimista, despojando así al independentismo de su mayoría absoluta en el Parlament, lo que supondría una pérdida de 18 escaños en su horquilla más alta. Por su parte, Vox pierde fuelle frente a un Partido Popular que recupera lustre absorbiendo los restos de Ciudadanos, que desaparecería del Parlament por completo.

El independentismo se desploma. El apoyo a las dos principales fuerzas soberanistas en Cataluña ha caído en picado. Al menos así lo refleja el barómetro elaborado por el Centro de Estudios de Opinión (CEO) y que han publicado este mismo viernes, coincidiendo con la jornada posterior a la reelección de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. El líder socialista, tras amarrar el apoyo de Junts a expensas de la Ley de Amnistía, recibió la confianza de la Cámara después de poner en valor el trabajo del Ejecutivo para la “concordia, el reencuentro y la convivencia” en la región y, por ende, cerrar las heridas abiertas por el proceso separatista.

En este caldo de cultivo nace el barómetro del CIS catalán, que concede la victoria electoral a un PSC disparado si se celebrasen hoy los comicios autonómicos, previstos para 2025 aunque no se descarta su adelanto. Los socialistas, liderados por el ex ministro de Sanidad, Salvador Illa, no sólo revalidarían el triunfo de 2021, sino que mejorarían sus prestaciones y ampliarían sus diferencias con un bloque independentista -especialmente con Esquerra Republicana, su principal perseguidor- que cae en picado.

Así las cosas, los socialistas catalanes obtendrían entre 39 y 45 escaños, superando holgadamente los 33 parlamentarios que conforman ahora el Grupo del PSC en la Cámara autonómica. Los republicanos, liderados por el president de la Generalitat, Pere Aragonès, podrían engordar su actual grupo en el Parlament con un diputado más en el escenario más optimista. Sin embargo, en la horquilla más baja, tendrían 29 sillones.

El castigo duro llegaría para los de Carles Puigdemont. Los neoconvergentes se descabalgan por completo de la pelea por el triunfo en las elecciones. De los 32 escaños obtenidos en febrero de 2021, Junts tan sólo lograría 24 parlamentarios en su horquilla más alta, deteniéndose en los 19 si se observa su escenario más pesimista. Un duro varapalo que deja al independentismo bajo mínimos y lo despoja por completo de la mayoría absoluta -74 parlamentarios suman en la actualidad, contando a la CUP-. De hecho, el CIS catalán estima una horquilla de entre cuatro y ocho sillones para la formación antisistema. Así las cosas, el bloque soberanista se situaría entre los 52 y 66 parlamentarios, por los 74 que ostenta ahora.

PP y En Comú se recuperan

El resto de formaciones políticas experimentaría un ligero crecimiento, a excepción de Ciudadanos que, como en el resto del territorio nacional, desaparecería del Parlament. La extinción de los liberales, de hecho, alimentaría a un Partido Popular que se dispararía hasta la cuarta posición si se tienen en cuenta las horquillas más altas. Los conservadores, liderados por Alejandro Fernández, podrían engordar sus filas en la Cámara catalana entre los 12 y los 17 asientos. Su subida, además, perjudicaría a los ultraderechistas de Vox, que perderían fuelle en cualquier caso. Los de Ignacio Garriga pasarían de los 11 a los 9 y seis escaños.

Por su parte, los comunes también experimentan un repunte considerable, aunque perderían la posición en favor de los conservadores. La formación liderada por Jéssica Albiach podrían doblar su representación en el Parlament de Catalunya. La fuerza morada se movería en la horquilla entre los 10 y los 14 asientos.

Apoyo a la amnistía

Las entrevistas se realizaron entre el 9 de octubre y el 7 de noviembre, periodo que recoge las negociaciones entre PSOE y Junts para la investidura de Pedro Sánchez y, por tanto, la amnistía. Por ello, han preguntado a la sociedad catalana sobre su valoración acerca de la medida de gracia que estudiaban -por entonces- sendas formaciones. 

Hasta un 60 % de catalanes se ha mostrado favorable de una Ley de Amnistía que impidiera que las personas con causa judicial pendiente con acusaciones por hechos vinculados con el 1-O y posteriores. Así lo ha explicado este viernes el director del CEO, Jordi Muñoz, en una rueda de prensa sobre la tercera ola del Barómetro de Opinión Política de 2023, donde ha explicitado que son resultados anteriores a que hubiera un texto formal. Los resultados también reflejan que un 31% de los encuestados estaría en contra de la amnistía y un 9% no contesta, y que los votantes del PSC están divididos alrededor de esta cuestión.