Barcelona sigue adelante con su estrategia para fomentar la descarbonización de la ciudad y una movilidad sostenible. Por esta razón, el alcalde de la ciudad condal, Jaume Collboni, ha anunciado este lunes que el Ayuntamiento concederá ayudas de 600 euros a los barceloneses y empresas municipales que decidan cambiarse al ciclomotor eléctrico. Estas subvenciones se podrán pedir a partir del 1 de marzo de 2026 hasta el año 2030 y forman parte de un programa con un presupuesto inicial de 15 millones de euros, el cual también incluye el impulso a una red de estaciones de intercambio de baterías de ciclomotores y motocicletas en la capital catalana con la instalación de nuevos puntos.
Para poder obtener la ayuda se requerirá que, aparte de comprar un ciclomotor eléctrico, se desguace un ciclomotor de combustión, una acción que se puede llevar a cabo de forma gratuita en cualquier depósito de la entidad local Barcelona de Serveis Municipals (BSM) y, posteriormente, presentar tanto el recibo de la baja como de la adquisición. Asimismo, el cambio del vehículo se deberá haber realizado a partir del próximo mes de marzo. Igualmente, será un requisito que la persona física o jurídica esté empadronada en la capital catalana.
Con la medida, el Ayuntamiento prevé que 20.000 usuarios de ciclomotor de combustión de los 24.000 que hay actualmente en Barcelona se pasen al eléctrico, sumándose a los 8.000 con los que ya cuenta la ciudad. Una meta que supondrá la reducción de la mayoría de las 3.000 toneladas de CO2 que los ciclomotores convencionales producen anualmente, que supone la misma cantidad que emiten 1.000 coches de combustión al año. El objetivo es claro: lograr un parque de ciclomotores 100% eléctrico.
"Es una medida inédita. Una ayuda a una compra de un vehículo como tal no se había hecho nunca"
“Es una medida inédita, radicalmente nueva. Una ayuda a una compra de un vehículo como tal no se había hecho nunca, pero estamos en tiempos diferentes en los que debemos reformular el cambio con decisión y facilitarlo”, ha declarado Collboni, que también ha destacado que Barcelona es una ciudad “de motos”. “Hoy felizmente encontramos un punto de conjunción entre ser una ciudad motera y querer seguir siéndolo y, por ello, propiciar esta transición hacia el vehículo eléctrico”, ha asegurado.
Además, el jefe del Consistorio ha explicado que este programa de subvenciones ha sido resultado de distintas conversaciones con todo el sector para encontrar una medida con la que poder lograr que los usuarios de transporte individual formen parte de la transición energética y que está pensando para que todo el mundo pueda participar en ella, incluyendo a la juventud. “No queremos que nadie se quede atrás y que no se quede nadie atrás también quiere decir que los más jóvenes, que normalmente tienen peores condiciones de trabajo y sueldos más bajos, se puedan cambiar sus motos”, ha señalado.
Subvenciones de 45.000 euros para la instalación de estaciones de carga para el intercambio de baterías
El programa de ayudas para la transición hacia los ciclomotores eléctricos incluye la movilización por parte del Ayuntamiento de 3 millones de euros en cuatro años para instalar 64 estaciones de carga para el intercambio de baterías tanto de ciclomotores como de bicicletas con ayudas de 45.000 euros. Estas subvenciones podrán llegar a cubrir hasta un 60% del presupuesto.
Cualquier empresa que reciba estas ayudas deberá mantener las estaciones de intercambio de baterías abiertas durante al menos cuatro años. Estas se sumarán al millar de puntos de carga para vehículos eléctricos de los que dispone la red municipal Endolla Barcelona, operada por BSM, la cual tiene como objetivo llegar a los 3.000 en los próximos años.
Un programa de ayudas enmarcado en el Plan Clima, la estrategia de Barcelona para reducir más de 1 millón de toneladas de CO2
Tanto las ayudas de 600 euros para el cambio al ciclomotor eléctrico como la subvenciones para la instalación de estaciones de intercambio de baterías se enmarcan en el Plan Clima, la hoja de ruta del Ayuntamiento de Barcelona hasta el año 2030 para lograr que la capital catalana alcance la neutralidad climática y adaptarla a las consecuencias del calentamiento global. Está previsto que la inversión de esta estrategia llegue a los 1.800 millones de euros, a través de la cual se consiga reducir más de un millón de toneladas de CO2 en cinco años. “Es un gran paraguas que nos está ayudando a acelerar la lucha contra el cambio climático en la ciudad y esto pasa en gran medida por descarbonizar la movilidad”, señala Collboni.
Concretamente, el programa de ayudas forma parte del Plan Movilidad, que es uno de los seis ejes de acción de esta hoja de ruta presentada por el Consistorio en noviembre de 2024. Además, las nuevas subvenciones también cuentan con el apoyo de entidades del Observatorio de la Motocicleta de la ciudad condal, la Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas (Anesdor), la Asociación Española de Prevención de Accidentes de Tráfico (PAT) y la plataforma Motoristas por Barcelona.
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