Tampoco en este congreso está en juego el reparto del poder. El núcleo duro que apoyó a Mas en su travesía del desierto se ha ido haciendo con el control del partido. Nadie discute que Oriol Pujol Ferrusola será el hombre fuerte y que él, y sólo él, designará a su equipo más directo en el partido. Será el nuevo secretario general con todo el poder orgánico porque no en balde Pujol-hijo fue sacrificado por Mas en la formación de su gobierno.

"Llevar a Cataluña a la plena soberanía"
Tanta tranquilidad no es buena, debe haber pensado el nuevo líder del partido. Y así, Oriol Pujol se ha puesto manos a la obra para diseñar un congreso que para sus acólitos es el disparo de salida “para llevar a Cataluña a la plena soberanía” como reza la ponencia del congreso. O sea, para la nueva dirección de los nacionalistas catalanes este congreso marcará un antes y un después en la política del partido. Si antes se coqueteaba con la independencia, ahora CDC será un partido independentista porque “España no nos quiere. Y como no nos quiere nos toca a nosotros dar un paso adelante” decía a elplural.com un destacado dirigente del partido.

Duran i Lleida, ausente
Ni tan siquiera la dependencia del PP para gobernar en la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona o la Diputación barcelonesa, es un obstáculo para proclamar el camino hacia la independencia. De hecho, la ponencia marco debatirá 150 enmiendas que van mucho más allá en el ideario independentista de CDC. Quizás para ahorrarse un mal trago, el socio Josep Antoni Duran i Lleida ha preferido organizarse un viaje para no acudir al congreso que bautizará como independentista a la hasta ahora moderada CDC. Un trágala demasiado espeso para ser aceptado por el líder democristiano que todavía quiere ser ministro en un gobierno de España.

Un escenario glorioso
La independencia, según la ponencia del congreso, marca un escenario glorioso para Cataluña. Como dicen los críticos, “parece que con la independencia seremos más felices, el dinero nos saldrá por las orejas y Cataluña será el país de las maravillas”. Sin embargo, en la ponencia se echa a faltar el debate sobre políticas sociales. Aunque tres afiliados a la UGT entrarán en la ejecutiva que diseña Oriol Pujol parece que los nacionalistas prefieren ponerse de perfil ante la huelga general, el paro, la destrucción del estado del bienestar o los recortes. Sobre los recortes en sanidad, servicios sociales o educación sólo se apunta que son necesarios para sacar adelante el país. De los ciudadanos y ciudadanas no se dice nada. Tampoco del PP, que hasta ahora es el socio estable de los nacionalistas y mira con el ceño fruncido como Artur Mas y los suyos caminan hacia la independencia de la mano de los chicos de Rajoy en Catalunya.

Toni Bolaño es periodista y analista político