El escritor Benjamín Prado ha descrito en apenas un tuit el desastre que supone el nuevo hospital de pandemia encargado por Isabel Díaz Ayuso, el Enfermera Isabel Zendal

“El presunto hospital Isabel Zendal ha costado 100 millones. No tiene quirófanos, ni urgencias, ni laboratorio, y las analíticas se mandan a La Paz. Hay 20 pacientes y a uno que ha empeorado hubo que trasladarlo al Gregorio Marañón. Esa es la gran obra de la presidenta Ayuso”, ha ironizado.

Y es que, en los últimos días han aflorado las carencias del centro sanitario.  Este martes trascendió que un paciente ingresado por Covid-19 en el Hospital Enfermera Isabel Zendal fue trasladado el pasado sábado 18 de diciembre al Hospital Gregorio Marañón por "empeoramiento" sintomatológico.

El enfermo presentaba "neumonía bilateral" y, al llegar al segundo centro sanitario, se estuvo valorando su ingreso en la UCI. Cabe destacar que el hospital de pandemias de Ayuso no cuenta con el equipo necesario para atender a pacientes con patologías del virus graves, pero en ningún momento se contempló el escenario de trasladar a un paciente de un centro a otro.

Según ha podido saber ElPlural.com, desde la Comunidad de Madrid aseguran que el enfermo "se recuperó de Covid y se le dio de alta y se le trasladó al Marañon para tratarle de otra patología que no tenía diagnosticada”.

Un enfermero dimite

Ernesto Marín era un enfermero del nuevo hospital de pandemias Enfermera Isabel Zendal. Y decimos era porque ha durado un día. Marín, quien mostró públicamente su enfado a través d eso cuenta oficial de Twitter por un traslado forzoso al nuevo centro sanitario, dimitió.

“Conforme llegué, vi que todo estaba mal y que se vulneraba la seguridad del paciente. No estaba de acuerdo y he dimitido”. Así de tajante se mostró en el programa de Cuatro Todo es mentira, donde además, el sanitario ha descrito un sinfín de irregularidades.

"Solo hay tres intensivistas y es imposible unificar criterios, eso repercute en la calidad asistencial del paciente. Además, no tiene laboratorio ni radiólogo (...) tampoco no hay quirófanos”, explicó.

A todo esto, añadió que varios trabajadores que han sido llevados allí forzosamente teniendo que dejar sus plazas en otros hospitales tienen “poca experiencia en cuidados críticos”. “En un paciente que se complique realmente, esa experiencia puede no ser suficiente para salvar su vida”, asevera antes de decir que el Isabel Zendal es “un despropósito al que alguien ha llamado hospital”