La reciente visita de Arrimadas a Sevilla ha logrado sus objetivos iniciadas. La jornada que la líder nacional de Ciudadanos debe ser entendida con una llamada al orden a Juan Marín para que dejase de ir por libre, disimulara su cercanía e identificación personal al PP y avisarle de que ser vicepresidente hoy no le garantiza ser el candidato a las andaluzas mañana.

Y así ha sido si atendemos a las declaraciones de ayer del propio Marín. Muestran una especie de cura de humildad mezclada con un renuncio claro a sus propias palabras, e intenciones, mostrado cuando recientemente afirmó que Ciudadanos podría ir junto al PP a las próximas elecciones andaluzas. No solo abrió esa puerta, una coalición electoral con el Partido Popular dentro de dos años, sino que lo vio como algo lógico expresando su identificación con la política de la derecha. Además decir cómo dijo que en esa posible coalición “había mucho de personal” y hacerlo sentado entre Albert Rivera y Elías Bendodo, sonó entre el cada vez más amplio sector crítico andaluz a la fusión por absorción y a la opa hostil que el PP está practicando al partido naranja.

Arrimadas lo desautorizó

La respuesta de Madrid fue fulminante de boca, no de intermediarios, sino de la propia Inés Arrimadas: “Acudir juntos a las urnas en Andalucía no es una opción que nosotros contemplemos, porque somos dos partidos diferentes con dos proyectos diferentes”. Una desautorización en toda regla que Marín quiso disimular culpabilizando a la interpretación errónea que de sus palabras hicieron los periodistas.

Y para apagar este intento de iniciar el camino para hacer de Cs-Andalucía un reino de Taifas puesto en marcha por Marín, también de desmarcarse del PP y de recordarle aquello de las primarias, Arrimadas fue más lejos y se plantó en Sevilla. Primero se reunión con el presidente de la Junta de Andalucía, Moreno Bonilla, y en un claro gesto de desprecio pero a la vez golpe de mano, no permitió entrar a la reunión a su vicepresidente de la Junta. El mensaje era claro para la militancia, otros cargos y al propio Juan Marín.

Recula y dice que no irá con el PP a las elecciones

Pues bien, parece que Marín ha tomado buena nota del primer aviso y ayer se descolgó con unas declaraciones en las que anunciaba que “intentará ser el candidato” a repetir al frente de Ciudadanos en Andalucía pero eso sí, con unas primarias de por medio ya que lo “decidirán los militantes”.  Y lo más importante de su cura de humildad a la par que renuncio ha sido el dejar claro que “Ciudadanos irá solo”, sin marcas compartidas con otros partidos “como algunos han pretendido hacer entender” (otra vez, la culpa de los periodistas). Este anuncio lo hizo público este jueves en el programa Siente Cádiz, de 7TV. 

Ahora dice que son “progresistas”, antes que cercanos al PP

También, en dicha entrevista, el líder de Ciudadanos en Andalucía ha manifestado que su partido “es útil” para los andaluces, aunque ha reconocido que “es muy difícil ser de Ciudadanos” porque “nosotros anteponemos el interés general al interés de las siglas”. Otra sorpresa que además es otro olvido de sus afirmaciones anteriores en las que manifestó muchas coincidencias con el PP andaluz, la protagonizó Juan Marín en esta entrevista asegurando que su partido, además de centro, es progresista. Un término alcanforizado en la historia de Ciudadanos y que ayer Marín sorprendió al desenterrarlo. Aunque ser “progresista” al mismo tiempo que gobernar con el apoyo de Vox​ y pactar con la formación ultraderechista, es muy difícil de entender.