Mientras sus compañeros de Podemos Madrid han dicho sí, Teresa Rodríguez se niega en redondo a debatir en un medio privado con las otras dos candidatas que compiten por la Secretaría General de Podemos Andalucía, que celebra primarias del 7 al 9 de noviembre. La propuesta de un debate público entre las tres había partido de la Cadena SER Andalucía, pero solo las dos candidatas que en principio tienen menos opciones de ganar las primarias habían dicho que sí, mientras que la actual líder declinaba la invitación.

¿Las razones? Según la SER, “la actual secretaria general adujo en primer lugar que el Comité Electoral Central era partidario de priorizar los debates internos y de que los medios no marcasen la agenda de los debates, argumento que ha causado sorpresa en las otras candidaturas”.

Esta misma mañana, Teresa Rodríguez añadía, sin anestesia y muy alejada de lo políticamente correcto, otra razón para su negativa: "No le regalo a Cebrián y a Monguió en bandeja el bisturí para descuartizarnos. Los debates internos, con nuestras normas, no con las de Prisa", escribía en su cuenta de Twitter.

"Queremos nuestro propio debate"

Las discrepancias de Podemos con la cadena de Prisa son bien conocidas, aunque no por ello sus dirigentes se niegan a ser entrevistados; ayer mismo Pablo Iglesias respondía a las preguntas de Pepa Bueno en el programa Hoy por hoy. Sin embargo, las desavenencias de Podemos Andalucía con la delegación territorial de la SER serían al parecer más profundas y estarían mucho más enconadas.

Aunque no desmintieron las razones de la emisora, fuentes de Podemos explicaron a EL PLURAL.COM que "nosotros queremos generar nuestro propio debate y difundirdo con una señal pública a todos los medios que estén interesados en emitirlo. ¿Por qué tenemos que darle la exclusiva del debate a una cadena privada?".

Según relata la emisora en una información firmada por el propio Fernando Pérez Monguió, director del programa La Ventana Andalucía, Rodríguez comunicó ayer de manera definitiva que no participará en el debate “porque es un proceso interno y no unas elecciones ante la ciudadanía, cuando no hace ni 48 horas dijo que había que fomentar los debates públicos y presentó su candidatura ante los medios de comunicación”.

Esta misma semana, el periódico digital Eldiario.es acogía un debate entre las principales corrientes de Podemos para dirigir el partido en la Comunidad de Madrid. En Andalucía, las dos candidatas que sí habían aceptado debatir ante los micrófonos de la SER son Begoña Gutiérrez, de la corriente Plaza a Plaza, y Carmen Lizárraga, de Ahora Andalucía, cuyas negociaciones días atrás para unificar sus candidaturas, más moderadas que la de Rodríguez, acabaron en fracaso, lo cual augura un triunfo casi seguro de la actual secretaria general. Fuentes de Podemos negaron rotundamente que la negativa de Rodríguez a debatir en la cadena líder tenga relación con ningún ventijismo de ese tipo.

Los favoritos suelen resistirse

En las ocasiones en que no ha llegado a haber debates electorales entre los candidatos a unas elecciones casi siempre se ha debido a que el partido que se presumía ganador no quería correr el riesgo de sufrir una derrota en la confrontación televisiva o radiofónica con sus oponentes. Así ocurrió en Andalucía en las elecciones de 2012, cuando el líder del PP Javier Arenas, que se sabía seguro vencedor, se negó a participar en un debate en Canal Sur con los candidatos del PSOE, José Antonio Griñán, y Diego Valderas, de Izquierda Unida. La táctica del PP andaluz, que adujo en su defensa la parcialidad gubernamental de Canal Sur, no dio, sin embargo, buenos frutos: ganó las elecciones pero no logró alcanzar la mayoría absoluta y le fue imposible formar gobierno.

La negativa de Rodríguez contrasta, en todo caso, con la apuesta por el debate público y la transparencia que siempre ha abanderado Podemos. De hecho, un motivo de agria discrepancia con el PSOE tras las autonómicas andaluzas de 2015 fue la exigencia del partido morado de retransmitir en directo por Internet –“un sano ejercicio de transparencia”– las reuniones para negociar la investidura de Susana Díaz. El PSOE se negó, aunque no así sus compañeros de Extremadura, cuyo líder Guillermo Fernández Vara sí se avino a ello, entre otras cosas porque necesitaba los votos de Podemos para ser presidnete, cosa que no ocurría con Susana Díaz.