La alarma generada por la falta de información que afrontaron numerosas mujeres que padecían cáncer de mama ha vuelto a despertar gran debate en torno a la situación que afronta la Sanidad pública andaluza, la cual se viene denunciando desde hace tiempo ante las extensas listas de espera e, incluso, falta de profesionales sanitarios y recursos. Esta última polémica ha venido provocada por la gran preocupación que ha generado en los andaluces, y lo llamativo que ha resultado para el resto de España, conocer que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) no habría notificado con rapidez a varias pacientes los resultados de unas pruebas médicas que les habían realizado y que dejaban sospechas de que estuvieran padeciendo esta afección. 

Así lo denunciaba, por ejemplo, Lola en la Cadena SER al contarle a Angels Barceló que su cirujano le decía que no sabía cuándo iba a poder operarla, pero que "no se preocupara que ya estaba diagnosticada". Así, con la intención de tranquilizarla ante el tiempo que podría tener que esperar para ser intervenida, el médico le confesó que "había casos de mujeres cuyo cribado había dejado pruebas sospechosas o, incluso, casi contundentes de que padecían cáncer y que, todavía, no se les había informado". De esta manera, le indicó que llevaban mucho tiempo sin trasladarse esos resultados. Este era el duro testimonio que trasladaba en la radio, donde Lola confesaba que tras desanimarse al conocer que iban a operarla en tres meses, el facultativo trató de animarla contándole lo anteriormente expuesto sobre otras mujeres que ni siquiera conocían que había sospechas de malignidad en sus cuerpos. 

A las palabras que pronunció Lola se sumaron las de María, otra de las pacientes que ha sufrido esta negligencia y que, tras hacerse una mamografía en marzo de 2023, no obtuvo ningún tipo de notificación adicional, ante lo cual supuso que todo estaba bien. En abril de 2025, dos años después, recibió una carta en la que le informaban de que se había analizado su mamografía y, por ello, la citaban para hacerle una ecografía en mayo en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.

Ante el estallido del escándalo, que ha pasado de tratarse, según apuntaba la consejería de Salud, de casos aislados a que la propia Junta de Andalucía haya debido reconocer, escasos días después, que son 2.000 mujeres las afectadas por esta circunstancia, este agujero en el sistema ha contribuido a incrementar el profundo descontento en Andalucía, donde la oposición ya está pidiendo el cese de Rocío Hernández, la consejera de Salud. En caso de darse, sería la segunda ocasión en la que Moreno Bonilla debería de hacer cambios en este ámbito, pues el pasado año ya destituyó a Catalina García, a quien mandó a la Consejería de Medio Ambiente, por el exponencial incremento de las listas de espera, problema que no encuentra respuesta efectiva y que parece dejando daños colaterales, como esta situación. 

¿Se estará dando esta situación en otros tipos de cáncer?

No obstante, no son solo los políticos los que reclaman acciones al presidente andaluz, sino que FACUA se ha sumando a las denuncias por este problema y, ahora, pide al Ejecutivo de esta comunidad autónoma aclarar si los fallos y falta de información han sido detectados únicamente en el programa de detección del cáncer de mama o si estos errores se han podido producir también en otros programas de prevención o pruebas diagnósticas relacionadas con otros tipos de cáncer.

La federación de consumidores también define esta circunstancia como "el mayor escándalo de la sanidad pública andaluza en toda la democracia". Además, subrayan no entender cómo se sigue manteniendo en el cargo la responsable de un área que, tal y como exponen, lejos de reconocer los errores y abordar el problema con transparencia y garantías, "llegó a decir que se trataba de un escenario 'puntual' en el que había afectados 'dos o tres casos'. Es más, pidió dejar la 'manipulación' del sistema público de salud tras escuchar el testimonio de una de las mujeres afectadas a las que el diagnóstico de cáncer le llegó dos años después". Profundas críticas de los representantes de los consumidores que alertan del temor que se está despertando entre los ciudadanos.

Este grave error ha generado en todos los usuarios del SAS, y especialmente en las mujeres, miedo y desconfianza sobre un sistema de notificaciones que no ha funcionado, llegando a poner en peligro la vida de muchas de ellas

 

Ahora FACUA reclama a la Junta de Andalucía agilidad para corroborar que esta situación no se esté dando en otros tipos de cáncer. Es por ello que solicitan la comunicación de manera transparente de los cambios que se van a implementar en el sistema para garantizar que las usuarias del servicio sanitario reciban, en plazo, tanto los resultados como las indicaciones de actuación correspondientes. Además, instan al Gobierno andaluz a habilitar un procedimiento extraordinario de reparación a las víctimas, con cauces específicos de reclamación patrimonial y apoyo jurídico y psicológico.

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