Más allá de sus diferencias orgánicas y políticas, Pedro Sánchez y Susana Díaz se han conjurado para que el 28 de abril no vuelva a ocurrir en España lo que el 2 de diciembre en Andalucía, cuando una parte muy importante del electorado socialista se quedó en casa y las derechas se impusieron con claridad en las urnas.

Partido Popular y Ciudadanos gobierrnan en la Junta con el apoyo parlamentario de Vox, y eso mismo puede suceder en España si el comportamiento de los votantes socialistas se muestra igual de indolente que el 2D.

Sánchez y Díaz participaron ayer en un acto de partido en Granada, la víspera de entrar en vigor la disolución de las Cortes tras el anuncio de elecciones generales para el 28 de abril. Los socialistas intentan recuperar el tono perdido tras el batacazo del 2D, cuando su escuálida victoria en las urnas los expulsó de la Junta de Andalucía.

La dirección federal, en sintonía con la andaluza, parece decidida a utilizar el 2D como palanca de propulsión de cada al 28A. Así lo explicaba Sánchez a los fervorosos militantes congregados en el atestado salón del Hotel Abades Nevada Palace: “Nunca como ahora, después del 2D, sabemos lo que nos jugamos. Solo hay dos opciones: nos jugamos el país, el modelo de sociedad, una España que regrese 40 años atrás o que mire al futuro”.

La secretaria general del PSOE andaluz, Susana Díaz, repitió que el próximo 28 de abril las elecciones generales servirán al partido para "quitarnos la espinita" de las elecciones autonómicas y para estar más cerca de volver a gobernar en la Junta. También pidió movilizarse el próximo 8 de marzo contra el “trifachito de las dos derechas y una extrema derecha que se unen cuando les interesa a costa de lo que sea".

En este contexto, el PSOE va a dejarse "la piel" y a "batirse el cobre" de cara a las próximas generales, y para que los socialistas andaluces vuelvan "muy pronto a San Telmo para garantizar la igualdad de los hombres y mujeres de esta tierra". Una victoria de Pedro Sánchez será vivida "con alegría", porque "ganar no basta, hay que ganar por mucho".