El icónico parque de atracciones Tívoli World de Benalmádena que cerró sus puertas en, 2020, previsiblemente volverá a abrir sus puertas tras un acuerdo entre el Ayuntamiento y el Grupo Tremón, propietario del terreno. Pero lo que se esperaba como apertura histórica de lo que fue el parque, un lugar mítico de ocio, espectáculo y diversión, ofrece unas caras distintas por este acuerdo. Y es que el proyecto prevé transformarse en un complejo turístico que incluirá un centro comercial y dos hoteles.

La reconversión del parque ha sido objeto de polémica en los últimos años. Mientras que los ex trabajadores han luchado por su recuperación como espacio de ocio, la empresa propietaria ha apostado por una ampliación que prioriza el desarrollo inmobiliario sobre el parque de atracciones en sí. Hay quien avisa de que este modelo de negocio podría alterar la identidad del emblemático parque y beneficiar principalmente a grandes inversores.

La reapertura de Tívoli World supone una victoria parcial para quienes han reivindicado su recuperación, pero deja abierta la pregunta de hasta qué punto el nuevo proyecto respetará el espíritu original del parque o se convertirá en otro ejemplo de la creciente mercantilización del turismo en la Costa del Sol. Genera varias dudas e incertidumbres, tanto entre los antiguos trabajadores como entre los vecinos y expertos en urbanismo. Estas son algunas de las principales cuestiones que se plantean:

1. Compromiso real del Grupo Tremón

El grupo inmobiliario Tremón, propietario del parque, ha tenido históricamente una postura ambigua respecto al futuro del recinto. Aunque ahora han llegado a un acuerdo con el Ayuntamiento de Benalmádena, en el pasado han mostrado más interés en desarrollar proyectos urbanísticos que en la reapertura del parque.

2. Uso del suelo y viabilidad del parque

El plan incluye la construcción de un centro comercial y posiblemente dos hoteles, lo que plantea la pregunta de si Tivoli World seguirá siendo el eje principal del proyecto o si su reapertura es solo una estrategia para desbloquear el desarrollo inmobiliario en la zona.

3. Condiciones laborales y futuro de los extrabajadores

Los empleados que mantuvieron el parque en pie durante su cierre han denunciado la falta de garantías laborales en la futura reapertura. Aún no está claro si serán readmitidos ni bajo qué condiciones.

4. Inversión y plazos reales

Se ha hablado de una inversión de 200 millones de euros y la creación de 1.000 empleos, pero no se han detallado plazos concretos ni fuentes de financiación. Además, la rehabilitación de las instalaciones actuales podría ser costosa y complicada.

5. Rechazo de colectivos vecinales y ecologistas

Algunos grupos ciudadanos temen que el proyecto sea una excusa para la urbanización masiva y la pérdida de espacios verdes. La posible transformación del parque en un complejo comercial y hotelero ha generado inquietud.

6. Permisos y obstáculos administrativos

El Gobierno municipal del Partido Popular apoya la reapertura (ya sabemos la querencia de los  populares por el ladrillo y la especulación), pero aún falta la aprobación de permisos clave, especialmente en lo relacionado con el nuevo uso del suelo y los impactos ambientales del proyecto.

En definitiva, buena noticia en principio si lo que se dice se cumple en su totalidad, pero acostumbrados estamos a que detrás de transformaciones urbanísticas que se hacen para “el bien de la comunidad”, cuando se acaban se hayan transformado en auténticos “pelotazos” inmobiliarios de potentes constructores y promotores, y mucho más cuando estamos en la Costa del Sol y con muchos metros cuadrados de terreno privilegiado por medio. Aunque la noticia de la reapertura de Tívoli World ha sido recibida con entusiasmo por muchos, sigue habiendo incógnitas sobre la real intención del grupo Tremón, la sostenibilidad del proyecto y el respeto a los trabajadores y a la comunidad local.

Reapertura del Tívoli de Benalmadéna, sí, por supuesto, pero con dudas e incertidumbres. Habrá que estar atento. Pero ojo a esta frase del director general del Grupo Inmobiliario Tremón, Andrés Gilabert en la firma del protocolo con el alcalde de Benálmadena sobre la posibilidad de incluir un escenario para la celebración de actuaciones musicales: “Si hay alguien interesado en explotarlo, no descartamos tener en cuenta estas instalaciones en el proyecto. Nosotros somos inmobiliaria, construimos, desarrollamos y buscamos operadores que entren en alquiler… no tenemos diseñado nada más concreto porque ahora estamos centrados en la parte urbanística”.