Primero el acuerdo programático, después el acuerdo sobre la composición del Gobierno de la Junta de Andalucía y finalmente el acuerdo sobre la Mesa del Parlamento.

Son las tres fases que se han fijado PP y Ciudadanos –47 diputados frente a los 50 que suman PSOE y Adelante Andalucía– para hacer posible una “agenda del cambio” que solo podrá materializarse con el voto favorable de la extrema derecha, pero a la que PP y Cs aseguran no haberle pedido su apoyo: “VOX –12 escaños– no ha hablado de participar en esta ronda de negociaciones”, puntualizó el líder popular Juanma Moreno.

Excelente sintonía

La primera reunión entre los dos partidos del centro derecha ha tenido lugar hoy en Parlamento de Andalucía, ha durado algo más de dos horas y en ella ha quedado patente la buena sintonía entre azules y naranjas. En su comparecencia posterior ante los numerosos periodistas destacados en la Cámara, Juanma Moreno y Juan Marín han puesto sumo cuidado en no involucrar a VOX: lo que se está negociando, han repetido, es un acuerdo entre PP y Cs y solo entre PP y Cs.

Ambos líderes han hablado como si no necesitaran a la ultraderecha, pero no han convencido del todo a los periodistas, que han formulado y reformulado en varias ocasiones preguntas para aclarar cómo iba a ser posible, por ejemplo, que PP y Cs se hicieran, como desveló Marín, con cuatro de los siete puestos de la Mesa del Parlamento sin los votos de VOX.

Recordemos el mecanismo de elección del presidente de la Cámara y demás miembros de la Mesa: si en una primera votación ningún candidato obtiene mayoría absoluta, será presidente quien en la siguiente votación obtenga más síes que noes; de no votar VOX a favor del candidato conjunto de los 47 diputados PP y Cs, los 50 de PSOE y Adelante Andalucía podrían hacer presidente a un candidato de la izquierda.

Aritmética y teatro

Aun así, es seguro que tal eventualidad no se producirá. PP y Cs se están esforzando en aparentar que no necesitan a la extrema derecha para gobernar, pero la aritmética desmiente su cuidada representación. La clave del desahogo que ambos muestran en relación a VOX la daba el presidente del PP, Juanma Moreno: “Aquí estamos hablando solo PP y Ciudadanos, pero VOX ya ha expresado plenamente su voluntad de apoyar cualquier cambio en Andalucía, y eso es lo que creo que veremos”. 

Era la explicación que daba Moreno después de haber sido asaeteado a preguntas en la misma dirección: cómo lograrían PP y Cs el cambio prometido sin contar con VOX. Antes de admitir abiertamente, como acabó haciendo, que dan por seguros los votos del partido de Santiago Abascal, Moreno había intentado eludir la embarazosa cuestión con este argumento: “Cuando PP y Ciudadanos lleguemos a un acuerdo, cada grupo decidirá qué hacer ante nuestras propuestas”.

La estrategia de ambas formaciones parece, pues, la de eludir de entrada todo acercamiento explícito a VOX. El entendimiento con el partido ultra será entre bambalinas, no sobre el escenario.

Sintonía programática

En cuanto al programa de gobierno propiamente dicho, no hay discrepancias de calado entre los dos partidos. En la reunión de este martes se habló de reactivación económica, rebajas fiscales, autónomos, agua, regeneración democrática, reforma institucional, adelgazamiento de la ‘Administración política’ y reorganización de la sanidad, la educación, la dependencia y los servicios públicos. Ni Marín ni Moreno avanzaron más detalles.

Compareció en primer lugar Marín para subrayar que se trataba de un “acuerdo solo de PP y Cs, aunque esperamos que otras fuerzas no bloqueen el cambio”. El líder naranja reivindicó los poderes que tantos se empeñan en negarle (“estas conversaciones las lidero yo”) y enfatizó “la calma, sensatez y tranquilidad” con que se están desarrollando unas negociaciones que, más allá de la retórica buenista, solo podrán culminar con éxito si VOX está de acuerdo.

Tras la reunión de esta tarde, habrá un nuevo encuentro el próximo lunes 17 con los mismos protagonistas de hoy: por el PP, Juanma Moreno, los dirigentes nacionales Teodoro García Egea y Javier Maroto, y la secretaria general del PP andaluz, Loles López; y por parte de Cs, Juan Marín, el número dos nacional José Manuel Villegas, y las diputadas andaluzas Marta Bosquet y Ana Llopis.

La hora de los Juanes

Antes de ese día 17, los dos partidos confían en haber cerrado el acuerdo programático, cuyos detalles discutirán esta semana sus respectivas delegaciones. La sensación generalizada entre los observadores es que la decisión de gobernar juntos ya ha sido consensuada por los presidentes nacionales de los dos partidos, Pablo Casado y Albert Rivera, y que las delegaciones territoriales azul y naranja se limitarán a cerrar los detalles.

El más importante de ellos –mucho más que un detalle, en realidad– es cuál de los dos Juanes será el presidente de la Junta, Juan Marín o Juanma Moreno. Las apuestas están claramente a favor del segundo, en cuyo caso la Vicepresidencia del Gobierno andaluz sería para el primero y la Presidencia del Parlamento para Ciudadanos en la persona de la diputada Marta Bosquet.

Podemos se hace un lío

Sobre la composición de la Mesa, el PSOE ha venido insistiendo en trazar un cordón sanitario en torno a VOX, por lo que, de seguirse el criterio de los socialistas, la ultraderecha quedaría excluida del órgano de gobierno de la Cámara.

Lo mismo parece pensar Podemos, pero esta mañana su responsable de Comunicación, Pablo Pérez Ganfornina, anunciaba que su partido era favorable a que VOX, como los demás partidos, tuviera un puesto en la Mesa del parlamento. Unas horas después la líder morada, Teresa Rodríguez, lo desmentía a preguntas del periodista del eldiario.es Daniel Cela: "En lo que de mí dependa, haré todo lo posible jurídica y políticamente para evitar que Vox entre en la Mesa del Parlamento".