El nombre es distinto pero el rango institucional de los protagonistas y los objetivos son prácticamente los mismos. En el pasado, el inquilino de San Telmo los denominaba Acuerdos de Concertación Social, mientras que hoy su sucesor Juan Manuel Moreno prefiere una terminología algo más sonora, como Acuerdo Marco Alianza por Andalucía

Manuel Chaves firmó con la patronal andaluza CEA y los sindicatos UGT y CCOO hasta ocho acuerdos de concertación para “contribuir a la creación de empleo y al desarrollo económico de Andalucía mediante la negociación y concertación” de "medidas financieras, de refuerzo de la actividad productiva, de modernización de la economía andaluza o de incentivos al trabajo autónomo y el emprendimiento".

En esa misma línea, el propósito del actual presidente andaluz, que ayer se reunió en el palacio de San Telmo con los representantes de UGT, CCOO y la CEA, es trabajar concertadamente con los agentes sociales “en la recuperación de la economía, el mantenimiento del empleo y el apoyo a los andaluces que más han sido golpeados por la crisis”. Moreno mencionó como precedentes los dos pactos suscritos en la anterior legislatura: el Acuerdo Marco Alianza por Andalucía y el Acuerdo Andaluz de Medidas Extraordinarias en el Marco de la Recuperación.

El enfoque del presidente conservador no difiere demasiado del esgrimido en el pasado por los gobiernos socialistas. En el IV Acuerdo de Concertación Social, firmado en 1999, los firmantes expresaban "la firme voluntad de contribuir a la creación de empleo y al desarrollo económico de Andalucía, mediante la negociación y concertación de actuaciones y medidas a tal fin, consolidando a tal efecto vias de diálogo".

Más allá de que el encuentro tuviera lugar solo cinco antes de las protestas del próximo sábado en defensa de la sanidad pública que convoca la Marea Blanca y apoyan los sindicatos de clase y los partidos de izquierdas, para el presidente andaluz es un objetivo estratégico mimar la relación con los agentes sociales, y sobre todo con unos sindicatos con los que, precisamente por serle ideológicamente adversos y por conservar, aunque mermada, su histórica capacidad de movilización, es de suma importancia política mantener bien engrasados los resortes del diálogo.

Para Moreno, el encuentro de ayer es el primer paso para articular un acuerdo de diálogo económico y social que su Gobierno enfoca "como un escudo para dar la mayor protección posible en un escenario tan complicado como el que nos encontramos y que debe ser afrontado con medidas y con determinación". Del lado gubernamental se sentaron en la mesa, además del presidente, los consejeros de Presidencia, Antonio Sanz, y de Empleo, Rocío Blanco; del lado empresarial lo hizo el presidente de la CEA, Javier González de Lara, y del lado sindical la secretaria general de UGT Andalucía, Carmen Castilla, y la de CCOO Andalucía, Nuria López.

El futuro acuerdo incluirá ayudas a jóvenes, familias y personas vulnerables, iniciativas en favor de la estabilidad al empleo o medidas para fortalecer los servicios públicos esenciales, además de otros objetivos como el seguimiento de Fondos Europeos. Sobre este último aspecto, los sindicatos propugnan la creación de un órgano específico que, “de manera transversal”, fiscalice la aplicación de los Fondos Next Generation que reciba Andalucía.

Los sindicatos tienen buena disposición al entendimiento, pero mantienen sus cautelas. La secretaria general de UGT, Carmen Castilla, recalcó que para su organización es prioritario que el Gobierno andaluz se comprometa en favor de “los derechos sociales, laborales y económicos”, mientras que para la secretaria general de CCOO-A, Nuria López, es urgente articular medidas de choque como “un bono para las familias destinado a la cesta la compra, los combustibles y el transporte”, así como ayudas para amortiguar los efectos del encarecimiento de las hipotecas o el alquiler.