Juanma Moreno vuelve a estar en el centro de la polémica por su negativa a apartar de sus responsabilidades al alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, quien se encuentra bajo investigación. Desde la oposición se le reclama de forma directa que rompa su silencio y ponga fin a la política de “aplausos y abrazos” hacia dirigentes de su partido salpicados por escándalos.

Para ser más precisos, la vicesecretaria general del PSOE de Andalucía, María Márquez, ha salido este lunes en defensa de las “decisiones ejemplares” que, a su juicio, adopta su formación cuando se enfrenta a situaciones “complejas”. La dirigente socialista ha querido contraponer esta actitud con la del Partido Popular, al que ha reprochado su falta de coherencia y del que ha rechazado recibir “lecciones de moralidad”. En esa misma línea, ha aprovechado para reclamar al presidente de la Junta y líder del PP andaluz, Juanma Moreno, que “cese de manera inmediata” al alcalde de Algeciras (Cádiz), José Ignacio Landaluce, al recordar que “en estos momentos está investigado”.

Estas declaraciones las ha realizado Márquez durante una atención a los medios de comunicación celebrada antes de su participación en el acto institucional que la Cámara autonómica ha organizado en Casares (Málaga) para conmemorar el 140 aniversario del nacimiento de Blas Infante, a quien se reconoce como el 'padre de la patria andaluza'.

La número dos del PSOE-A respondía así a las preguntas de los periodistas, que la interpelaron sobre el episodio ocurrido instantes antes del inicio del Comité Federal del PSOE el pasado sábado en Madrid. En aquel momento se supo que Francisco Salazar, dirigente socialista sevillano y hasta entonces propuesto como adjunto a la Secretaría de Organización del partido, había solicitado ser apartado de sus funciones tras conocerse informaciones que lo acusaban de comportamientos inadecuados hacia mujeres de su equipo. Márquez ha defendido que “el PSOE ha actuado de manera ejemplar ante la mínima sospecha y duda” y que su partido siempre responde “con toda la contundencia”. Acto seguido, ha planteado: “Habría que preguntarle al Partido Popular y a (Juanma) Moreno Bonilla qué pasa con Landaluce, con el alcalde de Algeciras”.

En este contexto, la dirigente ha lanzado un reproche directo al PP: “Aparte de criticar al Partido Socialista, ¿va a hacer algo, a cesar a alguien, a abrir alguna investigación dentro de su partido para condenar lo que está pasando con dirigentes del Partido Popular?”. Márquez ha insistido en que los socialistas “ante una situación compleja, complicada, aunque nos duela, tomamos decisiones ejemplares”, mientras que en el PP “aplauden a gente que en estos momentos está investigada, denunciada, y se hace fotos sin complejo en actos” como el Congreso nacional celebrado este fin de semana. “Por tanto, lecciones de moralidad ninguna”, ha rematado, al tiempo que subrayaba que en el PSOE “no admitimos lecciones de quienes aplauden y abrazan a gente que en estos momentos está investigada, como, por ejemplo, el alcalde de Algeciras”. Por ello, ha exigido a Moreno que “cese de manera inmediata al alcalde de Algeciras”, ya que “no puede seguir un minuto más en su cargo”.

Moreno Bonilla, salpicado también por el escándalo del SAS

La exigencia de ejemplaridad que se reclama al presidente andaluz, Juanma Moreno, no se limita al caso del alcalde de Algeciras. El Gobierno de la Junta afronta otro frente abierto que alimenta las críticas: el escándalo por el fraccionamiento de contratos en el Servicio Andaluz de Salud (SAS). Según el Tribunal de Cuentas, la gestión del SAS presenta irregularidades millonarias que habrían permitido adjudicaciones directas mediante la división artificial de contratos, con el objetivo de eludir los controles y procedimientos de transparencia establecidos por la ley.

El informe del organismo fiscalizador señala que en solo un año se llegaron a fraccionar contratos por un valor superior a los 117 millones de euros, lo que no solo vulnera las normas de contratación pública, sino que, según la oposición, dibuja un escenario de mala gestión y opacidad que compromete la credibilidad de la Junta. Las compras de suministros médicos y material sanitario, que debían tramitarse con garantías de concurrencia y control, fueron fragmentadas en pequeños contratos para ser adjudicadas sin licitación abierta.

Este nuevo escándalo refuerza las acusaciones contra Moreno Bonilla de practicar un doble rasero: mientras mantiene un discurso público de limpieza y ejemplaridad, su gobierno es señalado por amparar prácticas que bordean la legalidad y por proteger a cargos bajo sospecha, como ocurre con el alcalde de Algeciras. Las reclamaciones de ceses y explicaciones no dejan de crecer, mientras el presidente andaluz opta, de momento, por guardar silencio y eludir responsabilidades directas.

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