En Andalucía ya no solo se hacen colas a las puertas de los centros de salud, también en los pasillos del Parlamento. Esta vez no para pedir cita, sino para exigir explicaciones. El eco del descontento ciudadano con la gestión sanitaria del Gobierno de Juanma Moreno ha terminado por sacudir el hemiciclo, donde el PSOE-A forzará este jueves el debate para la creación de una comisión de investigación sobre lo que ya llaman abiertamente “la trama corrupta del SAS”.
El detonante ha sido una campaña orquestada por el PSOE-A en las ocho provincias andaluzas, presentada este domingo por su portavoz parlamentario, Francisco Cuenca. “Estamos con el personal sanitario y con los miles de andaluces y andaluzas que claman por los destrozos sanitarios”, defendió Cuenca, en un acto rodeado de pancartas y datos sobre “más de cien incumplimientos” del Gobierno del PP en materia de salud pública.
En su intervención, Cuenca no escatimó en acusaciones: “Es el gran plan de Moreno Bonilla, el que desarrolla el PP en Madrid, Valencia y Galicia y que ha puesto en marcha en Andalucía, desmantelando el sistema público de calidad”. Entre las consecuencias que denunció, señaló cifras alarmantes: dos millones de personas en listas de espera, el despido de 18.000 profesionales sanitarios desde la pandemia y un crecimiento desproporcionado del seguro privado en la comunidad, “hasta doblar la media nacional”.
“¿Dónde está el dinero de la sanidad de los andaluces y andaluzas?”
El PSOE-A exige al presidente de la Junta que explique el destino de los fondos públicos transferidos por el Gobierno de España. “Nunca se había transferido tanto dinero a Andalucía como con el Gobierno de María Jesús Montero, 53.800 millones más con Pedro Sánchez que con Rajoy y el PP”, remarcó Cuenca, que cuestionó directamente: “¿Dónde está el dinero de la sanidad de los andaluces y andaluzas?”.
La denuncia va más allá de la gestión: el foco está ahora en 1.500 millones de euros que, según el PSOE-A, han ido a parar a la sanidad privada mediante contratos “presuntamente irregulares”, muchos de ellos “a dedo, sin control ni transparencia, o troceados hasta siete veces”. A esto se suma el hecho de que al menos cuatro altos cargos vinculados al SAS estarían ya imputados en distintas causas judiciales, tres de los cuales aún siguen en sus puestos.
“La ciudadanía andaluza tiene derecho a saber dónde está su dinero, con la sanidad pública desmantelada pese a contar con más recursos que nunca y estando en duda el sistema de contratación del SAS con el PP”, sentenció Cuenca, al anunciar la petición formal de una comisión de investigación en el próximo Pleno del Parlamento.
Además, el PSOE-A ha solicitado personarse como acusación popular en la causa que se sigue en Cádiz, a raíz de una denuncia de Podemos por el fraccionamiento de contratos del SAS. El juez de instrucción ha llegado a reclamar documentación firmada directamente por Moreno Bonilla, lo que, en opinión de la oposición, lo vincula de lleno en la trama.
Las sospechas han adquirido tal dimensión que incluso la propia Junta de Andalucía ha reconocido por primera vez posibles irregularidades en la adjudicación de contratos sanitarios de emergencia, admitiendo un “menoscabo” de fondos públicos, según informó El País.
Para Cuenca, la estrategia del Gobierno del PP no es un accidente, sino un plan deliberado: “Moreno Bonilla solo se pone en la foto cuando las infraestructuras sanitarias las promueve el Gobierno de España, muchas veces a través de fondos europeos”.
El movimiento socialista tiene un objetivo político claro: desgastar la imagen de Juanma Moreno mediante la agitación territorial y la judicialización del escándalo sanitario. Pero también pretende dar forma a un nuevo eje de oposición: el de una sanidad pública “desmantelada” en beneficio del negocio privado. “El PSOE-A de María Jesús Montero está en la calle para defender la voz de los andaluces y andaluzas y exigir una rectificación”, concluyó Cuenca.