Lunes 2.33.- Pesadilla retroactiva: en el viejo periódico el jefe me dijo: niña, si vas a escribir de política déjate la chaqueta en el perchero. Aquellas metáforas de hombres para hombres que para colmo eran sin percheros. Y el silencio de la rotativa desvelaba a todo el barrio los domingos por la noche. No se editaba el lunes.

Lunes 6.45.- Los datos producen vigilia y miedo en estado sólido. Antes, en el otro mundo, estaba estreñida regularmente. Ahora el insomnio me lleva a las versiones digitales de los medios y las versiones digitales de los medios me llevan en volandas al cuarto de baño más cercano. Auster hizo una historia sobre deposiciones. Nunca entendí por qué le llamamos inodoro.

Lunes 8.30.- Los periódicos (he leído “plurales”, no sin estremecimiento) reclaman ayudas al gobierno. El desplome publicitario genera angustias en los despachos de los editores. He aprendido dos cosas en este negocio: cuando van bien y el dinero fluye aunque sea con crédito político, lo que leemos es libertad de empresa y de prensa y adoración ilimitada a Milton Friedman.  Cuando el miedo es sólido, leemos sacrificio, entrega, profesionales, abnegación, servicio público y rogatorias documentadas de auxilio a los gobiernos…De Keynes de toda la vida.

Lunes 8.45.- En los próximos meses cundirán los despidos de los pocos profesionales que quedaron vivos de la crisis de hace diez años, sólo diez años. La ruina de la inversión publicitaria y la crisis del modelo de negocio la pagarán los periodistas. Por cierto, la mayoría de ellos/as tan proclives siempre a batirse por el patrón. Pero luego hay fiestas (del patrón religioso, por patrones que no falte) y entregas de premios y sonrisas y copas que paga alguien y vuelves a escuchar lo del periodismo como sacerdocio y cuarto poder y te tienes que aguantar las risas.

Lunes 9.15.- ¿Saben cuánto ruido harán los profesionales despedidos y sus asociaciones profesionales después del nuevo exterminio? ¿Cuantas noticias se publicarán sobre periodistas despedidos o ruinas de sus familias? Exacto.

Lunes 12.45.- Le dice el locutor al invitado empresario del programa provincial: ¡estará usted deseando mandar unas palabras de aliento a la población en estos momentos difíciles del coronavirus! Le dice el periodista al delantero centro a pie de campo al finalizar el partido: ¡¡¡qué golazo por toda la escuadra, de tacón en una posición inverosímil y en el día del cumpleaños de su mamá seguramente el más feliz de su vida!!! ¿no?  Podría ser, digo a mi vez, que a estos muchachos, como a los parados, les pagaran por no preguntar.

Lunes 19.42.- Y sin embargo los veo agitarse y correr y despreciar las mascarillas y asumir que no va en el sueldo pero sí en las convicciones. Y sin embargo los oigo, los veo hacer periodismo, los leo hacer periodismo de la muerte y de la vida del que los poderosos nada quieren saber (Orwell). Y sin embargo (algunos) siguen haciendo que escriba.

Lunes 20.55.- Tres personas cercanas, con las que hemos (mi altocargo y yo) tenido recientes relaciones de trabajo, reuniones y proyectos, incluso copas, incluso Madrid, están atravesando la vereda de los miedos sólidos, parece que con triple fortuna. Ninguno estaba en un asilo.

22.55.- Diazepan. Seguro.