Manuel Ruiz de Lopera, exmáximo accionista del Betis, ha recurrido su procesamiento porque no se ha demostrado el perjuicio causado ni sus "gastos innecesarios" y la juez ha hecho un "relato fabulado e inverosímil" sobre su supuesto "plan preconcebido" para hacerse con el club.

Recurso de Lopera
El abogado de Lopera, en un recurso al que ha tenido acceso Efe, rechaza el supuesto perjuicio de 24,9 millones de euros que, según los peritos judiciales, causó su gestión pues son "básicamente el resultado de computar la totalidad de los ingresos canalizados a través de las sociedades auxiliares y solo una fracción de los gastos". Además rechaza los gastos calificados como "innecesarios" por los peritos, entre los que se encuentran los sueldos de los peones de mantenimiento del estadio, los acomodadores, el encargado del marcador o las limpiadoras, por lo que exige una "concreción" para poder llevar a cabo una "defensa cabal" ya que la Inspección de Hacienda sí que consideró esos gastos como propios de la actividad deportiva. "La misma pregunta cabe hacerse respecto de las más de 40.000 retribuciones individuales satisfechas por este concepto durante los 15 ejercicios a que se refiere esta causa", dice el recurso.

Llevó a cabo un "plan proconcebido"
La juez Mercedes Alaya, titular del juzgado de instrucción 6 de Sevilla, ha dictado auto de procesamiento contra Manuel Ruiz de Lopera y otras siete personas por entender que llevó a cabo un "plan preconcebido" desde que fue vicepresidente económico del club, que diseñó "en perjuicio de la sociedad y en su propio beneficio".

El "summun de lo imcomprensible"
Entre otros, la defensa dice que esta causa comenzó en 2008, se acerca a los seis años de duración y desde julio de 2010 Lopera soporta unas medidas judiciales "drásticas y radicales" como es la administración judicial de sus acciones. Esa "excepcional demora" no ha sido propiciada por Lopera sino por los peritos y el juzgado, ya que los expertos fueron nombrados en julio de 2008 y emitieron su informe final en junio de 2012. "El summun de lo incomprensible", sostiene la defensa, es que el perito del juzgado que ahora acusa a Lopera "dictaminó lo contrario" cuando actuó como inspector de Hacienda en las empresas de Lopera.