"Hoy vemos la expresión del pueblo andaluz para decir que nuestra joya natural más preciada no es un almacén de gas”. Las palabras de la coordinadora regional de Podemos, Teresa Rodríguez, tenían mucho más de voluntarismo que de descripción precisa de la realidad. La ‘expresión del pueblo andaluz’ apenas logró sobrepasar las quinientas personas, según medios informativos locales, o los “cientos de personas”, según las agencias de noticias.

De hecho, en privado alguno de los convocantes reconocía el día anterior que “el lugar tal vez no sea el más adecuado para reunir a mucha gente”. Por desgracia, el tiempo en la alejada aldea de El Rocío, muy desapacible y con lluvia, no acompañó la convocatoria promovida por la plataforma ‘Salvemos Doñana’ contra los planes de la compañía Gas Natural Fenosa para almacenar gas en el subsuelo de uno de los espacios protegidos más emblemáticos de Europa. Casi 200 organizaciones se han adherido mediante firma al manifiesto de esta iniciativa.

‘No lo vamos a permitir’

“Quieren meter Doñana en una cámara de gas y no lo vamos a permitir”, pedía Juan Romero, portavoz de ‘Salvemos Doñana’. Y añadía: "No vamos a permitir que una multinacional privada venga a hacer negocios a costa de la supervivencia de Doñana, que no es una mercancía sino un símbolo; hay riesgo sísmico como lo hubo en El Castor”.

Aunque tanto el consejero de Medio Ambiente de la Junta como la propia presidenta Susana Díaz se han posicionado en contra del proyecto de Gas Natural, la líder de Podemos Teresa Rodríguez metía al Gobierno central y a la Junta en el mismo saco de sus reproches: “Con posicionamientos públicos diferentes, no son conscientes de hasta qué punto es necesario actuar ahora".

La sombra del IBEX 35

El día anterior, Rodríguez había sido mucho más dura con el Gobierno autonómico. Susana Díaz, dijo, "está echando una mano en relaciones públicas a Gas Natural-Fenosa, al ocultar, como hizo ayer en sede parlamentaria, las triquiñuelas de la multinacional, los riegos de fuga del gas, la contaminación de las aguas y los seísmos, entre otros riesgos conlleva para el entorno de Doñana y para los pueblos de la zona".

Una nota pública del partido difundida el viernes 25 fijaba la posición oficial: "Susana Díaz guarda un silencio intencionado sobre esta cuestión, porque es incapaz de plantarle cara a las empresas del Ibex 35, las mismas que luego ponen a sueldos a expresidentes del Gobierno, como Felipe González y José María Aznar, en sus consejos de administración".

En el mismo sentido se pronunciaba ayer en la manifestación el coordinador regional de IU, Antonio Maíllo: “Doñana no se va a tocar ni por el IBEX 35 ni por Gas Natural ni por todos aquellos que durante tantos años han utilizado nuestra tierra y su patrimonio para crear una almacén de gas y de otras causas". Izquierda Unida ya solicitó en julio a Bruselas que creara una comisión de investigación para alertar a la Junta de los riesgos de la extracción de gas en el espacio protegido.

Una enconada polémica

Aunque en la cuestión de fondo ambas izquierdas parecen estar de acuerdo, el asunto ha sido objeto de agrias confrontaciones políticas en el Parlamento andaluz. El pasado jueves Susana Díaz reprochaba a Teresa Rodríguez plantear una “pregunta follón” y de “sacar rentabilidad con actitudes teatreras" a propósito de Doñana, mientras que la líder de la formación morada dudaba de la "voluntad política y la valentía" de la presidenta para paralizar el proyecto.

En su turno de réplica, la líder de Podemos se despachó a gusto: "Este proyecto solo para engordar el bolsillo del presidente de Gas Natural, Isidro Fainé", y además el propio Felipe González "le dio viabilidad al mismo siendo miembro del Consejo de Administración y accionista de la empresa, por lo tanto beneficiándose de la decisión".

Pese a las críticas desde su izquierda, el congresista onubense del PSOE Amaro Huelva recalcó "la repulsa" socialista a unas obras que pretenden "meter veneno bajo nuestros pies". La Junta, añadía, "va a hacer todo lo posible y está buscando instrumentos legales" para parar las obras.

La posición del consejero

En el mismo sentido se había pronunciado días antes el consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta, José Fiscal: "Compartimos el objetivo final de la manifestación”. Fiscal recordó que "los tres subproyectos de gas que afectaban a Doñana están 'de facto' paralizados, tanto el de Marismas Oriental, como el de Saladillo y el de Marismas de Aznalcázar, aunque uno de ellos, el que está en obras, está fuera del espacio natural de Doñana y no hemos encontrado, hasta la fecha, herramientas jurídicas para paralizarlo, aunque seguimos trabajando".

El consejero también anunció que viajaría a Bruselas en busca del apoyo a las autoridades europeas para que "el Gobierno de España, que es el que tiene la responsabilidad sobre este proyecto, haga una evaluación ambiental del proyecto en su conjunto y no pieza a pieza, lo que previsiblemente desembocaría en la paralización del mismo”.

Pajaritas de alerta

Por lo demás, el jueves pasado la organización conservacionista WWF llevaba hasta el Congreso de los Diputados miles de pajaritas de origami para recordar los peligros que acechan el futuro del Parque Nacional de Doñana y urgía al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a detener las amenazas que asedian a este ecosistema.


Doñana corre el riesgo de que la UNESCO le retire su actual estatus de Patrimonio de la Humanidad si no se revierten de forma inmediata las amenazas que ponen en peligro su supervivencia, dijo Juan Carlos del Olmo, director ejecutivo de WWF España, quien ha remarcado la inacción del Gobierno en este asunto.


Del Olmo recalcó que el próximo 1 de diciembre acaba el plazo dado por la UNESCO al Gobierno español para que explique las acciones que está llevando a cabo para detener las amenazas más importantes que asedian Doñana: el dragado del Guadalquivir, el uso ilegal del agua y proyectos gasísticos y mineros.