Sábado, 8.35.- Escribe un oriental, también exiliado en los cerros aljarafeños, asomado, supongo, a la terraza de su adosado: está la mañana para chillarle de bonica (poesía popular, posiblemente, La Chana)

Sábado, 9.22.- Marcador funerario, tiempo de juego y resultado: vuela “redes arriba” el ranking de muertos por autonomías. No me cuesta mucho trabajo imaginar algunos despachos convirtiendo en propaganda las tasas de mortalidad.

Sábado, 9.58.- Los datos de audiencia de la noche del viernes explican que Ben Hur (1959) rompió los audímetros. Irremisiblemente, la televisión se asoma a su “edad tardía”. La pandemia la han viralizado las plataformas.

Sábado, 14.14.- Mi altocargo llama a su padrino, el maestro Antonio Ramos, que se adentra suavemente en la vida sin memoria. La conversación es de una inevitable  cordialidad enlatada, pero evoca otros tiempos de periodismo de valor recio: consejo de guerra contra Ramos por escribir sobre la violenta represión de la policía franquista.

Sábado, 14.15.- Le recuerdo aquella frase de Orwell que citaba a menudo: "si la libertad significa algo es el derecho a decirle a la gente lo que no quiere oír". Y aquella gente de uniforme (y sus togados) procuraba que el terror fuera verdaderamente sordo.

Sábado, 17.17.- El arzobispo Martínez es un político de extrema derecha con sotana. Granada es su paraíso, donde ejerce una suerte de catolicismo marcial. La enorme catedral renacentista es el eje sobre el que irradia el parque temático del viejo/nuevo fascismo y Martínez es su profeta. Sembrando odio con la cruz a cuestas.

Sábado,17.25.- Y este hombre del Dios todopoderoso y exterminador, ¿se pondría los guantes para dar la comunión o sus manos están exentas por autorización de Abascal?

Sábado, 20.02.- El aplauso es largo, la tarde, también bonica. Nos volvemos para adentro; se oye una enérgica voz: ¡Viva España!

Sábado, 20.05.- El propietario tiene a gala no haber leído nunca un libro, su expediente académico es deplorable, sus padres no ganan dinero para encontrar centros privados que le aguanten la indolencia: los colegas, las servesitas, las más de las veces litronas sin cuento, son su código de conducta universal. En las redes ha encontrado todas las respuestas, que defiende con un fanatismo casi violento.

Sábado, 20.06.- Estos niñatos fanatizados son la vanguardia intelectual de Vox. No descarto que mañana nos arree con el himno nacional versión Marta Sánchez. Es un idiota que no lo sabe.

Sábado, 20.45.- A mi altocargo, que viene amansándose con los años y hasta predica una suerte de capitalismo con “rostro social” (seguramente Habermas), se le cambió el humor. Entre el idiota y el arzobispo, amore, me han amargado el día.