El portavoz de Ciudadanos en el Parlamento andaluz, Sergio Romero, se pasará bastante tiempo arrepintiéndose de esta frase pronunciada hace solo siete días con ese punto de desahogo que suele cargar el diablo: “Si Vox quiere una foto, que se vaya a un estudio de fotografía”.

El partido de ultraderecha ha tenido su foto, pero el escenario no ha sido un estudio, sino una dependencia del Parlamento de Andalucía donde, bajo los flases tan temidos por los naranjas, Vox, PP y Ciudadanos han estampado su firma en un documento de 14 folios y 37 puntos que tiene mucho de victoria del primero, de punto de empate para el segundo y de derrota del tercero.

El balance

Ese es el balance provisional al menos en principio y al menos a corto plazo, porque a medio plazo el verdadero ganador puede que acabe siendo Juanma Moreno. El PP empata ideológicamente porque a su ideario apenas le incomodan las exigencias ultras, pero el presidente gana porque amarra la mitad de la legislatura. 

Moreno era quien más tenía que perder si Vox tumbaba sus Presupuestos y seguramente sea el que más salga ganando no ahora mismo, pero sí al final de la partida: Vox no es un adversario que pueda hacerle sombra electoral y Ciudadanos ha renunciado al sesgo centrista y transversal de sus inicios para integrarse sin complejos en la órbita de la derecha; el beneficiario de todo ello solo puede ser el PP: bastará con que juegue bien sus cartas.

Aun así, el pacto andaluz no está exento de riesgos para Moreno. No le será fácil afianzar y hacer creíble su perfil moderado teniendo como compañero de viaje a un partido de extrema derecha que, ahora sí, quiere que se note que está mucho más a la derecha que el PP.

Un liberal fuera de sitio

En el caso de Ciudadanos, el pacto solemnemente firmado este jueves es una claudicación en toda regla porque dinamita irremisiblemente la ficción, repetida hasta la saciedad por los naranjas desde hace meses, de que ellos nada le debían ni nada pactaban con Vox.

Por parte de la formación que preside Juan Marín, ha sido el consejero de Economía Rogelio Velasco el enviado al matadero de la firma y foto. Economista y académico de prestigio con un aura liberal y llegado por primera vez a la política, el rostro severo de Velasco durante el acto de rúbrica no era precisamente el que alguien que se siente orgulloso de lo que acaba de firmar.

Firma Tripartito 1 Jesús Prieto

Que el ganador de la contienda ha sido Vox no lo pone nadie en duda. Los ultras llevaban meses esperando este momento y el Gobierno andaluz lo sospechaba, pues no en vano decidió postergar la tramitación del proyecto de Presupuestos hasta después de las elecciones del 26 de mayo.

Regreso al pasado

Para el PP, pero sobre todo para Ciudadanos habría sido muy embarazoso tener que apechugar en plena campaña electoral con ciertas exigencias de los ultras que desdeñan la violencia de género camuflándola bajo la expresión ‘violencia intrafamiliar’; estigmatizan la inmigración apurando la legislación al límite para perseguir a los ‘irregulares’; cercenan la memoria histórica recortando ayudas a las asociaciones de activistas y familiares; recuperan institucionalmente la criminalización del aborto desempolvando el discurso de la ‘defensa de la vida’; o reorientan las baterías de la Junta hacia los gobiernos autonómicos de comunidades bilingües donde supuestamente los derechos de los “hijos y nietos de andaluces” estarían siendo conculcados.

En las exigencias más ideológicas de Vox y suscritas por PP y Cs hay un regreso al pasado en toda regla. Batallas que la izquierda creía ganadas ya no lo están. “Andalucía retrocede 20 años en igualdad”, sentenciaba el doctor Miguel Lorente, exdelegado del Gobierno de España para la Violencia de Género.

Esta vez Vox ha sabido desquitarse de los ninguneos del pasado. ¿Cómo? Tomando precauciones para que el desprecio de antaño no vuelva a repetirse: foto de familia con consejeros del PP y Cs, firma solemne en un escenario institucional, sello oficial de los tres partidos firmantes y, finalmente, un documento mucho más concreto y trabajado que el firmado hace seis meses con el PP.