La imagen ha sido publicada en su cuenta de Twitter por el autor, el fotoperiodista andaluz Paco Puentes, y fue tomada ayer en el Parlamento autonómico, tras confirmarse felizmente la retirada por parte de Vox de la enmienda a la totalidad al Presupuesto.

Es solo una foto política de actualidad, pero los gestos y posturas de sus protagonistas recuerdan vagamente la composición de aquellos cuadros antiguos donde un puñado de cortesanos genuflexos rendían pleitesía al monarca absoluto siguiendo estrictamente la etiqueta de palacio.

Esta vez, el rey es el portavoz ultra Alejandro Hernández y los nobles que le hacen la reverencia son el presidente, el vicepresidente y el portavoz de la Junta de Andalucía.

El hecho afortunado de que el diputado de Vox no dirija su mirada a los zalameros infanzones del centroeecha que parecen postrarse ante él, sino que esté girando majestuosamente a un lado su regia cabeza, imprime a la imagen de Puentes un sesgo involuntariamente despiadado. La escena captada en la corte del Hospital de las Cinco Llagas tiene eso tan dificil de lograr en una fotografía periodística: densidad política, espesor ideológico, perfil histórico.

Seguro que a Moreno, Marín y Bendodo les gustaría borrar del mapa digital una imagen que, personal y políticamente, resulta embarazosa para los tres; y seguro que don Alejandro estará pensando más bien todo lo contrario, en encargar una ampliación de 50x70 para encuadrarla en uno de esos marcos historiados tan del gusto de la corte del Segundo Imperio para colgarla en el salón de trofeos de caza de la formación ultra.

También es fácil, por lo demás, imaginar a la oposición de izquierdas preparando copias de buen tamaño para exhibirlas en la próxima sesión de control al presidente y, por supuesto, en el debate que los candidatos electorales celebren ante la próxima cita con las urnas. Cada vez que Juan Marín vuelva a negar que Ciudadanos tiene algo que ver con Vox, bastará con mostrarle esta foto para acallarlo.

A propósito de su buen trabajo de ayer en el Parlamento, Paco Puentes bien podría repetir ante algún compañero de profesión aquello que solía decir con desahogo cierto personaje del humorista José Mota: “No digo que me lo mejores, sólo iguálamelo”. Y lo mismo, por cierto, podrían decir sus señorías de Vox.