En la crónica de los horrores y errores de Málaga estará el museo Art Natura de contenido inexistente. Como el humo del tabaco que se elaboró en sus antiguas naves de "La Tabacalera", hoy costosamente remozadas, el viento se lo llevó. No es hora de pedir cabezas, ni llamar a los responsables públicos del desaguisado por sus nombres para exigir responsabilidades, así persistiremos en la carísima fantasmada, veinte millones de euros mal tirados o más. Las gemas se han volatilizado, al igual se ha evaporado el pudor público del Alcalde y sus concejales, ni tan siquiera piden perdón.
La sonrisa
El consejero de la industria turística andaluza, Luciano Alonso, nos dice que no perdamos la sonrisa ante nuestros visitantes, que nuestra sonrisa es el mayor de los patrimonios que tenemos. “A mal tiempo buena cara” debería ser el slogan de “Andalucía is funy”. Aunque la mayoría de los turistas vengan a solearse, encallen en los multi museos, y casi nos miren de soslayo; debemos ofrecerle una cara de pánfilo, por si las moscas, como si los estragos de la crisis económica nos resbalaran y esperemos beatíficamente el maná que por tierra, mar y aire nos suma dividendos.
