De ridículo espantoso se puede calificar lo sucedido al trío Arenas, Bendodo, De la Torre, al proponer en plena pre campaña electoral una oferta que de estrella ha pasado a ser estrellada. Se trata de la idea lanzada por Javier Arenas en Estepona, en el acto de presentación de los candidatos, en relación a crear una subsede del Museo del Prado en Málaga. En concreto su ubicación sería en el Museo de la Aduana.

Propuesta mediática
La propuesta de un Museo de El Prado II corrió como la pólvora en los medios protagonizando portadas e inicios de informativos. Pero la bomba, como toda propuesta demagógica electoral ya ha sido desactivada. Ha tenido que ser el propio director de la pinacoteca madrileña quien haya descubierto lo desacertado de la propuesta y la carencia de bases sólidas.

Wert el caótico
El candidato a la presidencia de la Junta por el Partido Popular, reveló que la propuesta ya había sido realizada al cada vez más caótico ministro Wert. Lo presentó como un proyecto asegurado pero olvidó que las competencias sobre el Museo pertenecen al Patronato y no al Ministerio de Cultura y obvió intencionadamente que la Junta de Andalucía es además de promotora junto al Gobierno central, entidad gestora del futuro museo en La Aduana. Por ello debe de haberle sentado como un jarro de agua fría la desautorización de facto y en toda regla del máximo responsable del Museo. El director, desconocedor de la propuesta que se había realizado a sus espaldas y sin conocimiento del Patronato, ha enmendado la plana con contundencia tanto a Javier Arenas como al alcalde de Málaga y al presidente de la Diputación, Francisco De la Torre y Elías Bendodo respectivamente, que ufanos e igual de ignorantes -o mailtencionados- que Arenas se sumaron felizmente a la propuesta de una franquicia del Prado para Málaga.

De propuesta estrella a estrellada
Y es que el director de la pinacoteca nacional ha dejado claro que por un lado él mismo y el Patronato desconocen la propuesta estrella del PP-A para Málaga y por otro, que en Málaga deben de olvidarse de recibir más fondos pictóricos pues la capital ya cuenta desde hace tiempo con más de 110 obras de su fondo.

Chorrada electoral
El Museo II, la mini pinacoteca, la franquicia madrileña se ha quedado en aguas de borrajas, en una chorrada electoral desmontada “en horas 24, tras ser pensada en horas 24”, en cualquier trayecto de Almería a Sevilla de Arenas o fruto de una alucinación pseudoinspiratoria de un lumbreras del Comité Electoral del PP malagueño.

"Año de la Victoria"
Hay que ser más serios en los planteamientos electorales por más que las temidas y afiladas horquillas electorales de lo que se consideraba el “Año de la Victoria” de la derecha, se vayan cerrando y estrechando hasta el punto de poner de los nervios a más de uno, y una, que anticipándose al veredicto de las urnas, andaban ya buscando piso en la capital hispalense. No se pueden hacer ofertas electorales cocinadas e inventadas como sueño de una noche de invierno y carentes del más mínimo rigor. No están ni los malagueños ni los andaluces para después de ver donde fueron las promesas de Rajoy en materia económica y de derechos, venir ahora con ofertas que se presentan y luego se incumplen.

El miniGunggheim
La Aduana, el Museo del Prado II, la sede de la subsede, el miniGunggheim costasoleño, ha supuesto el último y gran “cante” de Arenas y puede que incluso pueda llegar a ser el “canto del cisne”, esa colección de Schubert titulada así porque fue su testamento. Ya se sabe que el cisne no canta nunca y que existe una leyenda antigua que afirma que este ave emite el canto más melodioso como premonición a su propia muerte. Y puede, a tenor de la evolución de las temidas horquillas demoscópicas mencionadas anteriormente, que Arenas además del “cante” de la Aduana, con la propuesta nonnata y frustrada realizada, haya hecho su particular “canto del cisne” en la política andaluza.

 

* Crónica publicada y cedida por el periódico digital malaga101.com