Insólito clima de apaciguamiento en el Parlamento de Andalucía, donde, a excepción del tono áspero y destemplado de Vox, izquierdas y derechas han hecho un esfuerzo de contención para rebajar el tono de reproche al contrario y de generosidad para trabajar por una gran alianza transversal para la recuperación de la Comunidad tras el coronavirus.

La nota discordante la ponía Vox no solo con la recelosa intervención de su portavoz Alejandro Hernández, sino con su exhibición de banderas con crespones negros cubriendo las ventanas de sus dependencias parlamentarias. Era su particular homenaje a las víctimas de la pandemia, de cuya muerte el partido ultraderechista culpa al presidente Pedro Sánchez y a su Gobierno “socialcomunista”.

Crespones negros de Vox

Mientras los demás partidos, más allá de arrojar las flores de rigor sobre sí mismos, se esforzaban en hacer propuestas en positivo, Hernández seguía insistiendo en la urgencia de “acabar con los gastos superfluos a partidos, sindicatos y patronales” e instaba al presidente Juanma Moreno a sumarse de una vez por todas a la petición ultra de dimisión de Pedro Sánchez: “Qué más va a hacer falta para se sume a ella”, clamaba el portavoz de Vox dirigiéndose a Moreno.

De hecho, Hernández se mostró “sorprendido” de que el presidente andaluz piense que “desde Adelante Andalucía o PSOE-A pueda esperar una ayuda sincera y leal. Nada va a ser como antes pero hay cosas no cambian".

Aunque es el partido minoritario de la Cámara, al depender de sus votos la estabilidad del Gobierno de PP y Cs, sus reticencias a la gran alianza serán un palo en la rueda de unas negociaciones que ya de por sí serán difíciles. Moreno desea el pacto con la izquierda, pero sabe que no puede desairar a Vox.

Los protagonistas

Los principales protagonistas de la jornada eran, no obstante, el popular Juanma Moreno y la socialista Susana Díaz, que el día anterior habían mostrado una sincera disposición a alcanzar acuerdos para combatir juntos la devastación ocasionada por el coronavirus en el tejido económico y social andaluz. Los dos dirigentes mantuvieron un tono deliberadamente reposado, flexible y abierto.

Ni siquiera la querencia del presidente por el autobombo, que tampoco faltó en la sesión presencial de este viernes, desencadenó, como otras veces, la crítica o el sarcasmo de la bancada socialista. Los dos principales partidos de la Cámara están de acuerdo en constituir una mesa o una comisión parlamentaria cuya tarea será diseñar de forma consensuada la estrategia de reconstrucción.

Moreno no recibió con desagrado o displicencia las propuestas constructivas desgranadas por Susana Díaz, entre ellas un plan de choque para crear empleo, un complemento salarial para los profesionales sanitarios, más ayudas para autónomos y para los trabajadores afectados por ERTE, garantizar mascarillas gratis a toda la ciudadanía o más fondos para los ayuntamientos.

Los socialistas proponen crear una Mesa Parlamentaria para la Reconstrucción Económica y Social de Andalucía, "al igual que se está desarrollando en España, y que cuente con el concurso de los agentes económicos y sociales”.

Todos a una

Por su parte, el presidente se comprometió, sin entrar en mayores precisiones, a “movilizar 4.000 millones de euros para que Andalucía afronte con fuerza ese día 'D' en el que iniciamos un nuevo tiempo con nuevos retos".

Moreno, en todo caso, no ahorró elogios para sí mismo y su Gobierno, cuya conducta, dijo, ha estado inspirada por “el diálogo, la transparencia y la búsqueda de unidad con la sociedad andaluza a través de sus agentes sociales e instituciones".

"Esta comparecencia –dijo– es un eslabón más de la cadena de gestión de una crisis de una enorme magnitud donde la unidad y la antelación son las mejores aportaciones que podemos ofrecer a Andalucía y al conjunto de España. Nuestro deber como Gobierno autonómico es afrontarla bajo un mando único en España”.

Llamativamente apacible fue también la intervención del portavoz de Ciudadanos, Sergio Romero, que en esta ocasión aparcó su obsesión antisocialista para sustituirla por un llamamiento sosegado a “luchar por algo que nos ha superado a todos”. No es hora de “reproches ni de cavar trincheras”, dijo Romero.

Fechas que carga el diablo

Por su parte, la presidenta del grupo parlamentario de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, fue muy crítica con las políticas del Gobierno de PP y Cs, pero no menos que con las de sus antecesores socialistas, a quienes volvió a culpar de los recortes en la sanidad pública “desde 2009, pasando su financiación del 6,9 al 6 por ciento del PIB”. La propuesta de Adelante es llevar ese porcentaje hasta el 7 por ciento.

El periodo de recortes mencionado críticamente por Rodríguez incluye los tres años en que Izquierda Unida gobernó en coalición con el PSOE. La falta de tacto de la dirigente morada con sus compañeros de bancada no favorece precisamente la cohesión, ya bastante tocada, dentro del grupo parlamentario de Adelante Andalucía.