Si toda Andalucía –o en el peor de los casos sin Málaga y Granada– pasa el lunes 8 a la Fase 3 de la desescalada por el covid-19, ¿el presidente de la Junta pedirá al Gobierno central que autorice la movilidad entre las provincias que hayan dejado atrás la Fase 2?

Juan Manuel Moreno no ha aclarado hoy en el Parlamento cuál será su decisión sobre un tema crucial en el ritmo de desescalada, del que están pendientes millones de andaluces y que divide a los dos partidos del Gobierno autonómico: Cs quiere movilidad, aunque sea entre seis provincias si éstas están ‘limpias’, mientras que el PP rechaza una ‘Andalucía de dos velocidades’.

Justos y pecadores

El presidente y los consejeros de su partido se agarran así a un criterio de naturaleza estricta e inequívocamente política, que es justo lo que llevan semanas reprochando al Gobierno de España por haber dejado atrás a Málaga y Granada. El mismo Gobierno de España al que no han dejado de reclamar machaconamente que acelerara la movilidad interprovincial, imprescindible para relanzar el turismo interior.

La contradicción no es fácil de salvar: si, pongamos por caso, Sevilla y Huelva pasan el lunes a la Fase 3 y su riesgo de contagio es mínimo, ¿por qué habrían de esperar a Málaga y Granada, si la movilidad entre aquellas en nada afectaría a estas? ¿Por qué, dicho en palabras del portavoz naranja Sergio Romero, habrían de “pagar justos por pecadores"?

Se entiende así que Moreno y los suyos lleven toda la semana presionando al Gobierno de Pedro Sánchez para que autorice el cambio de fase en toda Andalucía, pues de no hacerlo así el presidente pasaría bastantes apuros para justificar su posición inmovilista ante sevillanos, onubenses, gaditanos, cordobeses, jiennenses y almerienses, a quienes es poco probable que entusiasmara la consigna del 'todos a una' que propugna San Telmo.

No parece probable, en todo caso, que la Junta proponga el lunes al Gobierno la movilidad interprovincial de manera inmediata, ni aun en el caso de que toda la comunidad pasase de fase: el jueves 11 es el Corpus, fiesta en Sevilla y primer día de un largo puente que invitaría a una salida masiva de vehículos hacia las playas de Huelva y Cádiz.

¿Información privilegiada?

En la sesión de control de este jueves, Moreno ha intentado zafarse de la presión de la jefa de la oposición, Susana Díaz, quien le exigía que aclarase cuál es su posición sobre la movilidad interprovincial. ¿La solicitaría al Gobierno central el lunes 8?

No puedo contestar a esa pregunta, ha venido a decir el presidente, escudándose en que aún no se sabe qué competencias recuperarán las comunidades autónomas al pasar a la Fase 3; si Díaz, añadió Moreno, conoce el dato es porque tendrá “información privilegiada”.

Gran patinazo de Moreno: la relación precisa de tales competencias está detallada en el documento enviado esta semana por el Gobierno al Congreso solicitando solicitando la prórroga del estado de alarma, autorizada ayer por una amplia mayoría de diputados.

"Le tiemblan las piernas"

Susana Díaz, que había acudido a la Cámara con la lección aprendida, se apresuró a desvelarle a Moreno su fuente 'privilegiada' de información leyéndole el punto siete del documento público aprobado por el Congreso y que dice así:

"La autoridad competente delegada para la adopción, supresión, modulación y ejecución de medidas correspondientes a la fase III del plan de desescalada será, en ejercicio de sus competencias, exclusivamente quien ostente la Presidencia de la comunidad autónoma, salvo para las medidas vinculadas a la libertad de circulación que excedan el ámbito de la unidad territorial determinada para cada comunidad autónoma a los efectos del proceso de desescalada. Serán las comunidades autónomas las que puedan decidir con arreglo a criterios sanitarios y epidemiológicos, la superación de la fase III en las diferentes provincias, islas o unidades territoriales de su comunidad y, por tanto, su entrada en la «nueva normalidad".

La metedura de pata de Moreno dio alas a Díaz para despacharse a gusto en declaraciones posteriores a los medios, en las que incluyó esta carga de profundidad: “Tengo la sensación de que al Gobierno de Moreno Bonilla le tiemblan las piernas, ahora que se ve delante de la responsabilidad, a este presidente que tanto reclamaba autonomía, competencias y tomar decisiones”.

Con el salero en una mano y la mirada fija en la herida aún fresca de Moreno, añadió la expresidenta: “Los andaluces no merecen esta ceremonia de la confusión; no se olvide de que usted es el responsable. Espero y deseo que las ocho provincias pasen a la Fase 3, pero si no es así no puede usted castigar al resto de territorios que están en condiciones de avanzar”.