Si la carta ya era dura, más lo están siendo algunas declaraciones posteriores a ella. Entre los dirigentes históricos del PSOE que han escrito esa carta abierta a Pedro Sánchez, para trasladarle su rotunda discrepancia con las posiciones del secretario general ante el desafío independentista en Cataluña, figuran el expresidente José Rodríguez de la Borbolla ‘Pepote’ o el expresidente del Parlamento andaluz Javier Torres Vela.

En declaraciones a Canal Sur Radio, Rodríguez de la Borbolla se ha mostrado este viernes muy duro con los promotores de la independencia unilateral de Cataluña: “Lo que están haciendo es un golpe de Estado, y con los golpistas no se negocia. Son delincuentes convictos y tienen que pagar”, afirmaba ‘Pepote’ a preguntas del periodista Tom Martin Benítez.

“Cataluña está bien encajada”

¿Es contario el expresidente a modificar el actual marco constitucional? “No, la Constitución se puede reformar, por supuesto, pero entre todos los españoles y no para darle gusto a los independentistas y resolver un supuesto mal encaje de Cataluña en España”.

En opinión de Rodríguez de la Borbolla, Cataluña “ha estado perfectamente encajada mucho tiempo, lo dijeron entonces ponentes de la Constitución como Roca o Herrero de Miñón y lo han vuelto a decir 25 años después”.

Para el expresidente, hoy retirado de la política orgánica e institucional, los problemas territoriales de Cataluña empezaron “en 1996 y 1997, después de la derrota del Partido Socialista, cuando el PP gana las elecciones y, como no tiene mayoría, tiene que apoyarse en los nacionalistas catalanes”, que empiezan a hablar de esos problemas de encaja que hasta entonces no existían.

La carta

En la carta abierta a Pedro Sánchez, que también firman los expresidentes de Extremadura Juan Carlos Rodríguez Ibarra y de la Comunidad de Madrid Joaquín Leguina, se formulan estas preguntas: "No entendemos la continua y nunca explicada apelación al diálogo por vuestra parte. ¿Diálogo, ahora, con quién? ¿Diálogo, ahora, para qué? ¿Con los responsables de poner a los españoles al borde del precipicio? ¿Para escuchar, otra vez, que quieren la fractura de España, con razón o sin razón, por unos medios o por otros? Nunca ha servido para nada el diálogo bajo chantaje, a menos que lo único que se quiera sea salvar el pellejo y, a la vez, perder la propia dignidad".