A Moreno Bonilla no le gusta nada la propuesta del líder socialista Juan Espadas de reforzar la sanidad pública y mantener a los 8.000 sanitarios que quiere echar a la calle, para poder alcanzar un acuerdo en los Presupuestos de la Junta Andalucía en 2022.

¿Cómo va el presidente andaluz a mantener el puesto de trabajo a miles de sanitarios si lo que él quiere y desea es desmantelar cuanto antes la sanidad pública para que la privada haga todo el negocio que pueda?

No, nunca fue un problema de dinero, porque el dinero que Moreno Bonilla le ha regalado a los más ricos en Andalucía, un total de 400 millones de euros, son los mismos millones que se necesitan para mantener a los 8.000 sanitarios. ¡Qué casualidad!

Y mientras tanto hay noticias que duelen, como que el destrozo provocado por el presidente andaluz en la atención primaria, con la atención telefónica a los pacientes en lugar de la atención directa, ha disparado el número de pacientes con cáncer sin diagnosticar en Andalucía.

El aumento de estos cánceres sin diagnosticar está entre un 20 y un 30%. Y esto se va a reflejar en un peor pronóstico de estos pacientes y en un aumento de la mortalidad del 10% en uno o dos años, según los expertos. ¿De verdad los andaluces merecemos esto?

Pero el daño en la atención primaria también afecta a otras enfermedades crónicas, como la diabetes, el EPOC, la insuficiencia cardíaca o el Alzheimer, entre otras. Estamos hablando de miles y miles de andaluces y andaluzas que sufren importantes problemas de salud y tienen mayores necesidades de asistencia y cuidados.

Las medidas sanitarias adoptadas por el presidente andaluz provocó la falta de seguimiento a estos pacientes durante la pandemia cuando no se les quiso ver, porque la atención era solo por teléfono. Todo ello tuvo como consecuencia que estos enfermos tuviesen que irse a las urgencias para ser atendidos.

Unas urgencias donde tenían que estar unas 6 horas esperando ante el colapso provocado por el cierre de este servicio en algunos hospitales y por el elevado número de pacientes que acudía a ellas por el deficiente funcionamiento de la atención primaria. Todo ello supuso para estos pacientes crónicos un problema importante y sobre todo para los más mayores.

La falta de seguimiento de las personas con enfermedades crónicas ha hecho que su enfermedad se complique, y que hayan tenido que ser ingresados en los hospitales ante la falta de seguimiento de su enfermera y de su médico de cabecera en la atención primaria a consecuencia de las medidas sanitarias adoptadas por el Gobierno andaluz, lo que en última instancia ha aumentado su mortalidad.

Y a todo ello se une, como han denunciado los sindicatos, con el “invento” del Plan Estratégico para la Atención Primaria que va a provocar agendas imposibles, extenuación de los profesionales y asunción de funciones y responsabilidades impropias de algunas categorías, lo que no solo no reducirá las listas de espera, sino que mermará la calidad de la asistencia y machacará a los profesionales.

Sr. Moreno Bonilla, a ver si se entera, los sanitarios no necesitan estatuas, lo que necesitan es que no se eche a la calle a 8.000 profesionales, lo que necesitan es que se hagan más contratos, lo que necesitan es dejar de estar extenuados por tanta carga de trabajo y lo que necesitan es que se les pague lo que se les debe. Y los andaluces tampoco merecemos esta sanidad, necesitamos una sanidad pública digna, necesitamos ser atendidos decentemente.

Esto es lo que reclama el líder del PSOE andaluz Juan Espadas, que en los Presupuestos haya una apuesta por la sanidad pública, pero esto, justo esto, es lo que la derecha y Moreno Bonilla no quieren, porque cuanto peor vaya ésta, mejor para sus intereses, aunque se esté dañando la salud de muchos andaluces.

Miguel Ángel Heredia Díaz
Senador del PSOE por Málaga y Portavoz de Hacienda