La sanidad pública de Andalucía vuelve a posicionarse en el centro de los focos. Este viernes se ha emitido un comunicado urgente en el que se pone en aviso a los ciudadanos por una plaga de chinches que se está intentando controlar en el Hospital Regional de Málaga.

Según denuncia el sindicato UGT, se ha solicitado al Comité de Seguridad y Salud del hospital en cuestión que se actúe de inmediato para erradicar este problema. Y es que, tal y como reza en el escrito difundido este viernes, las consecuencias de esta plaga llevan prologándose, al menos, una semana.

La plaga de chinches se ha detectado, concretamente, en la Comunidad terapéutica del Hospital Civil. “Dado que dichos insectos son perjudiciales para la salud (las chinches buscan hogares o sitios con muchos humanos ya que se alimentan de la sangre) […] instamos a la Gerencia del Complejo Hospitalario que resuelva de forma inmediata la atención a pacientes y trabajadores, ya que a pesar de las reiteradas fumigaciones de la última semana se siguen produciendo picaduras”, recogen desde UGT.

Desde el sindicato insisten en que los intentos por eliminar la plaga “no están sirviendo de nada, pero este asunto ya es un tema de salud pública”, advierten. Sumando la desinsectación correspondiente, UGT insta a que desde el Hospital Regional de Málaga se realice “limpieza e higiene de las instalaciones que, si son deficientes de forma generalizada por la falta de recursos humanos, este verano se ha visto incrementada”.

En la misma línea, también reclaman a que actúe Salud animal “contra la proliferación y mantenimiento de población animal en los interiores del recinto del Hospital Civil”.

La espera de 27 horas de un paciente en Urgencias

En los últimos días, el Hospital Regional de Málaga también se ha convertido en el centro de las noticias por otra polémica que se ha dado a conocer en todo el plano nacional. Un paciente denunció que llegó a pasar hasta 27 horas en la sala de espera en el ala de Urgencias del centro sanitario.

Según recogió este periódico entonces, el varón sufría de problemas de hígado y, debido a la extensa demora, aseguró que tuvo que llamar a la Policía Nacional para apresurar las atenciones médicas, además de que no fue el único en la sala que veía cómo el tiempo pasaba y no recibía los cuidados correspondientes.  Después de ser atendido, finalmente, fue operado e ingresado en el hospital andaluz.

Más problemas en la sanidad andaluza

La situación en la comunidad autónoma tampoco mejora en términos generales. En la capital malagueña, en la Costa del Sol, se ha dado a conocer la queja de los radiólogos del Hospital Virgen de la Victoria, quienes han remitido a la Dirección de la Gerencia una carta en la que dan manifiesto de su desacuerdo por la suspensión de toda la actividad de continuidad asistencial no ligada a las urgencias.

Es así como multitud de pruebas no podrán realizarse, tales como 7.000 ecografías, 6.000 tomografías o 2.700 resonancias magnéticas.

La gestión sanitaria de Moreno Bonilla en verano

Cabe remarcar, ante episodios de este calibre, que la Junta de Andalucía, dirigida por el Partido Popular de Juan Manuel Moreno Bonilla, está dejando graves consecuencias en la sanidad pública. En esta temporada estival, se han cerrado hasta doce especialidades en el Hospital Clínico de Málaga por las tardes; al igual que ha ocurrido en el Hospital Regional de Málaga, lo que afecta a más de 200 médicos y va a provocar el retraso en las listas de espera, la demora en diagnósticos y en tratamientos.

Los sindicatos sanitarios, como UGT, ya han denunciado que la previsión de sustituciones y contrataciones de profesionales para los servicios sanitarios en Andalucía apenas alcanzará este verano al 10%, lo que se traduce en un porcentaje aún menor que el del año anterior, en 2022 por estas fechas. Si aumenta la población en Andalucía por la llegada de turistas y los sanitarios toman vacaciones, cabría pensar que las plantillas se refueran pero, lejos de aplicar este escenario, no llegan a cubrise las vacantes necesarias para todos los puestos, lo que hace decaer el rendimiento normal de los centros de salud y hospitales públicos. 

Todo ello se suma a la situación sanitaria de las zonas rurales, donde se hace más evidente la falta de profesionales, los recortes en las urgencias y en los recursos. Ejemplo de ello son los casos de localidades sevillanas como La Roda, Badolatosa y Marinaleda, donde ha habido ocasiones en las que no tenían médicos disponibles.