José Luis Sanz, alcalde de Sevilla, del Partido Popular, ha perdido este viernes una moción de confianza que presentó en el Ayuntamiento, sobre la que sólo ha obtenido el apoyo de sus concejales y, por ende, el rechazo de toda la oposición -configurada por PSOE, Vox y Podemos e IU-. Pese a ello, conseguirá mantener los presupuestos municipales utilizando otra vía. Pero tras perder la cuestión de confianza y salvar los presupuestos 'de milagro', ¿en qué lugar queda la conocida como doctrina Feijóo? ¿Va a dimitir como tanto prodiga Feijóo en referencia a Sánchez?
Con este resultado, el calendario da a la oposición al PP a disponer de un plazo de 30 días para impulsar una moción de censura contra el alcalde. Sin embargo, como se ha descartado esta alternativa, el presupuesto de Sanz se aprobará de manera prácticamente automática a partir del próximo 7 de julio.
Ante un escenario de tales circunstancias, vuelve a resurgir al centro de la mesa lo dictado por el líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, ante estos casos. El principal mandatario de la oposición al Gobierno central ya ha venido señalando, a modo de crítica y en reiteradas ocasiones, al presidente Pedro Sánchez, tanto por valorar la posibilidad de una cuestión de confianza en el Congreso tras la difusión de la primera carta a la ciudadanía, también por algunos de los roces entre PSOE y Sumar dentro de la coalición en el Gobierno, como por los Presupuestos Generales del Estado (PGE), que dimita y convoque elecciones para ver qué quiere la ciudadanía. Un argumentario que, con esta causa concreta de Sevilla, vuelven a ser rescatadas al plano principal de la cuestión.
Volviendo a la fallida moción de confianza, es necesario reiterar que Sanz tan sólo ha contado con el apoyo de sus 14 ediles frente a los 16 que conforman la mayoría absoluta. Ello debido al rechazo de PSOE, Vox y Podemos-IU, que han calificado de “prepotencia” e “incapacidad” de Sanz por alcanzar acuerdos municipales.
Misma situación enfrentó Moreno Bonilla, en minoría
Bajo este mismo marco, es necesario recordar que, a nivel autonómico, el actual presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, hizo frente a una situación de similares características.
Moreno Bonilla, en la pasada legislatura, cuando dirigió la autonomía en minoría, no logró el apoyo de los socialistas ni de Vox, que tumbaron también las cuentas de su Ejecutivo. Ahora, con el plano del fin de las elecciones europeas y la situación candente en Sevilla, Núñez Feijóo aludió a la “pinza” entre PSOE y Vox que carga contra los populares en un reciente mitin en Triana. Motivo por el cual, el PP reivindica que llegó a apoyar los presupuestos del socialista Juan Espadas en minoría, una decisión que se le ha devuelto por parte de los socialistas ahora a Sanz si quiere continuar el resto del mandato municipal en solitario. La otra opción que queda en el aire es una posible coalición de PP y Vox, aunque son estos primeros los que se muestran reacios a dar este paso.
El argumentario de Feijóo
Volviendo a lo defendido por el principal mandatario de Génova 13 a este respecto, por un lado, la 'doctrina Feijóo' se centró en el escenario posterior a los comicios autonómicos y cuando defendió que ganara la lista más votada en municipios y gobiernos autonómicos. Sin embargo, ante este respecto, ha salido a colación el argumentario que empleó en señal de crítica contra Sánchez.
El primero de ellos fue la cuestión de confianza en el Congreso de los Diputados, uno de los escenarios que se barajó en el punto de inflexión que sembró Sánchez tras la publicación de su primera carta a la ciudadanía. A este respecto, Feijóo abogó porque Sánchez "podía ahorrársela". A su vez, cuando Sánchez decidió que para este 2024 no se impulsarían los presupuestos generales por las elecciones en Cataluña, el líder del PP reprochó "que no haya tenido tiempo para aprobarlos, pero sí para la amnistía".
Por último, en cuanto a las relaciones entre PSOE y Sumar dentro de las siglas del Gobierno de coalición de la Moncloa, son muchos más los ejemplos que ha dejado Feijóo en señal de crítica, aludiendo que es un pacto sellado "en papel mojado" o que están al "servicio de los independentistas".
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