El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz (PP), se someterá el próximo viernes a una cuestión de confianza con la intención de desbloquear la aprobación de los presupuestos para la ciudad hispalense, apelando así a la fórmula que ya empleó el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, hace unos meses.

El objetivo del regidor ‘popular’ es claro y pasa por forzar un mecanismo que permita a la oposición plantear un candidato alternativo para el territorio, lo que derivaría en un acuerdo del PSOE con Vox. De esta manera, si dicho acuerdo no se alcanzara, la continuidad de Sanz quedaría garantizada y se daría con ella respaldo a las cuentas municipales presentadas por su equipo de gobierno para el año en el que nos encontramos.

Si sale adelante se concede un margen temporal de un mes a la oposición para pactar un candidato alternativo que se presentaría ante el pleno en una moción de censura. En el hipotético de que el acuerde no llegue y la moción de censura no se celebre, como también es lo más probable, se revalida automática ambas cuestiones: la continuidad del alcalde en su puesto y el proyecto de presupuestos.

Este lunes el alcalde sevillano ha presentado su proyecto de presupuestos elaborado por su partido y que han rechazado todos los demás grupos parlamentarios (PSOE, Vox, Podemos-IU). Es decir, ha quedado rechazado con 17 votos en contra frente a 14 a favor. Ha sido en ese momento cuando el regidor ha anunciado que se someterá a la cuestión de confianza el próximo viernes.

Sanz ha activado este mecanismo después de saberse que el grupo municipal del PP habría intentado sin éxito llegar a algún tipo de acuerdo con la ultraderecha para sacar adelante las cuentas municipales, después de meses de prórroga de los presupuetos de 2023. Vox exige formar parte del Ejecutivo para alcanzar cualquier tipo de pacto, algo que al no ser así ahora ha impedido determinados acuerdos.

Fue de hecho la filtración de las conversaciones las que llevaron al PP andaluz a dejar públicamente claro que un gobierno en coalición con la extrema derecha en la capital andaluza no reuniría su apoyo y, en consecuencia, las negociaciones se rompieron de nuevo.

El portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Antonio Muñoz, ha hecho referencia al veto que desde el PP-A se ha impuesto en la negociación con Vox, calificando a Sanz de “alcalde intervenido”. En su respuesta, Sanz ha contestado que Muñoz es un político “incapaz de retener más de un año la alcaldía que le llegó de regalo”. En la misma línea, Sanz ha dicho que a él “no le riñe nadie” cuando se “hace fotos con políticos de otros partidos”. Estas últimas declaraciones han llegado después de la foto que el portavoz socialista se hizo con el presidente de la Junta, Juanma Moreno Bonilla, en una festival de música celebrado en la ciudad hispalense.