El cineasta Adolfo Dufour (Madrid, 1955) presenta hoy 26 de mayo en el barrio de La Latina, al calor de una asociación memorialista, su primeva novela titulada 'El vuelo de las hormigas aladas'. Desde El Plural hemos querido charlar sobre esta obra y ya de paso actualizar sus futuros trabajos, como el esperado documental sobre Luis Cernuda, entre otros.

P: Después de tantos años escribiendo guiones y realizar tantas series documentales y películas, publicas por primera vez una novela como tal, 'El vuelo de las hormigas aladas'. Se hace raro pensar en todo este trabajo literario desarrollado con anterioridad y que hasta ahora no hayas publicado una novela ¿qué es lo que ha pasado?, ¿es parte de la creación de esta novela que haya tenido que esperar para su publicación tanto tiempo? ¿Hay algo de misterio en todo esto o es mucho más sencillo?

R: Fue en el año 2010 en el que empecé a escribir 'El vuelo de las hormigas aladas', sin más pretensión que la de evocar las formas de vida en los barrios y los pueblos, los anhelos, las ilusiones, de los jóvenes y no tan jóvenes de los años setenta en España, lo silenciado del devenir de la sociedad española en el fin de la dictadura terrible, crear personajes, expresar sentimientos, refrescar lo acontecido, los usos y costumbres, la alegría y la pena, el pasado que engarza el presente y alimenta el futuro. Siempre me ha gustado escribir y lo hacía confeccionando guiones, fundamentalmente para documentales de corte histórico, geográfico, sociológico o artístico, también alguno para ficción, y había hecho adaptaciones para televisión de obras de teatro e incluso algunos guiones para película y cortometraje. Finalicé la novela en el año 2016 y la guardé en un cajón, no pensé en publicarla. Con el tiempo se la di a leer a personas muy allegadas, con la condición de que no ahorrasen descalificativos si no les gustaba. Como las críticas fueron positivas me atreví a pasársela a la editorial Atrapasueños y a través de Pablo Mínguez, que la había leído y me animó a hacerlo, a Pepa Arteaga de la librería Miraguano y su dictamen fue muy positivo. Y Atrapasueños ha tenido la generosidad de editarla pensando que gustaría a los lectores. Esperemos que sea así.   

P: 'El vuelo de las hormigas aladas' se podría enmarcar dentro del paradigma de las novelas urbanas, con tintes a veces negros y otros costumbristas, con grandes retazos de épocas pasadas y trazos de actualidad en algunos momentos... ¿Cómo definirías tú esta novela? ¿se la puede clasificar? y ¿qué mundos mezclas en esta novela? Será por deformación profesional, pero el cine de nuevo es también protagonista...

R: El tema fundamental de la novela es el de la ingenuidad, la de las personas que muestran sensibilidad hacia sus semejantes y creen en la utopía de que una sociedad más libre y justa es posible. Y que viven con intensidad, sin acomodarse a lo establecido. Así son los protagonistas principales, Maite y Reli, dos estudiantes universitarios, él además trabajador en el mercado de Legazpi; Moisés, el antiguo Explicador en el cine silente que ahora trabaja como operador en un cine de barrio, destrozado por la desaparición de la mujer amada, Táida, e incapaz de ver la realidad porque la imagina; Gabriel, el poeta, ya talludo, borracho antes que bohemio, deseoso de que sus versos comprometidos sean leídos. Son sus vicisitudes y motivaciones las que mueven la novela. La entraman los personajes secundarios: Morgan, que habita en la chabola del barrio de Huertos, Luz, Pecas, Velázquez, Teruel, Sandalio, Fox, militantes de un grupo político de izquierda comunista, en la clandestinidad; el sereno del barrio, Aquilino, apodado a su pesar como El Molokai; Pura, la dueña de la vaquería, Doña Pepa, la pipera que pudo ser maestra; Rafalín, hijo de Moisés; Mamerto, campesino pobre de un pueblo castellano, y su familia, uno de los hijos se hace policía armada, el otro, revolucionario. También los policías de la social, no podían faltar en aquella época, José Luis Pozas, el jefe del departamento que quiere blanquear un pasado comprometido ("La vida fluye y hay que seguir la corriente, agarrarse al madero salvador tras el desguace sufrido por el navío encallado, no ir contra ella aferrándose a las convicciones pasadas como se agarran las ratas al barco podrido según se hunde, antes de ahogarse"), su hermano José Luis, a sus órdenes, que piensa lo contrario, El Pifias y Jarry, inspectores; Ximo Obispo, padre de Maite, El Tío Ansias", adinerados de Filboch, Tiano el antiguo ayudante de Moisés que le arrebata el cine del pueblo, Zul, que desde Filboch alcanza altos cargos que abandona para casarse con José Luis Pozas, el policía. Todos son personajes de ficción, imaginados, no tienen relación alguna con ninguna persona verdadera, pero como se dice en el prólogo, "todos los personajes inventados de esta novela, los vivos y los muertos, los supervivientes y los asesinados, quizás pudieron existir y pudimos ser cualquiera". La acción se desarrolla fundamentalmente en el barrio muy popular de Las Delicias y en el de "Los Huertos" en Palomeras (Vallecas), ambos en Madrid y en Filboch, un pueblo ficticio en la Vega Baja alicantina, aparte de escenarios menores. Tiene tinte costumbrista porque refleja la vida cotidiana y los personajes algunos pintorescos que pululaban por los barrios, los mercados, las tascas, los cafés y locales de música, las librerías, los cines y las aulas. Tinte dramático por los sucesos trágicos que acontecen a los personajes. Histórico porque señala una época. Social porque retrata unas condiciones de vida. Pasional porque muestra amores intensos, ardientes o contrariados. Todo ello, aderezado con humor (espero), con la ironía propia de la vida que en la realidad no entiende de compartimentos, mancha el drama con la comedia, la risa con el llanto, la felicidad con la tragedia .la adversidad con la esperanza, la memoria con el olvido. Y, efectivamente, el cine también es protagonista, no por deformación profesional sino como evidencia de una época, la que cuenta la novela, en la que para muchos jóvenes el cine es la forma de mirar la vida, cinéfilos o cine-fagos, multitud, y el público de todas las edades abarrota las salas. Los cines de barrio, además de ofrecer entretenimiento, en paralelo, acercaron películas de calidad a un público mayoritario, ¡“Qué verde era mi valle”! no tiene comparación con el declive posterior; no solo abrumadoramente filmes norteamericanos, también ingleses, franceses e italianos e incluso los provenientes de los países nórdicos o del este de Europa y, más excepcionalmente, asiáticos, sobre todo japoneses, aunque la labor mayor en este sentido la realizasen los cineclubs a los que acudían los cinéfilos, y los protagonistas de la novela, Maite y Reli, lo son como lo era una ingente cantidad de estudiantes universitarios de entonces. No hay que olvidar que obras maestras del cine español, despreciadas por obtusos distribuidores, encontraron acomodo años después de acabadas en los cines de barrio y solo gracias a ello pudieron ser vistas y conocidas. Es el caso, por ejemplo, de “El extraño viaje” (1964), extraordinaria película de Fernando Fernán Gómez.

P: En estos años has realizado una película documental sobre la vida de Marcelino Camacho, 'Lo posible y lo necesario', que también rezuma esos ambientes de lucha obrera y de lucha por las libertades como en la novela. Otras películas tuyas como 'Nosotros' (sobre Sintel) o 'Septiembre 75' (sobre los últimos ajusticiados por el franquismo) también son claras referencias en cuanto a contenido de vidas llenas de luchas por un mundo mejor. ¿Se puede decir que es un leitmotiv en tu obra la búsqueda de aquellos pasajes de la historia donde la gente luchaba por un mundo más igualitario? El tratamiento en la novela es distinto a tu cine,¿ se te ocurre decir en qué se puede parecer la novela a tu cine y viceversa?

R: Se puede decir que siento admiración por aquellas personas honestas que luchan para transformar la sociedad y lograr que todos los seres humanos podamos vivir mejor, con justicia social, sin pobreza y con equidad en el reparto de la riqueza, en democracia política y económica y en libertad. Y que me interesan los hechos y tiempos en que ese sentimiento profundo es compartido para intentar que se haga realidad. Esta novela y los documentales en sus lenguajes diferentes pueden asemejarse en la mirada hacia el mundo que nos rodea que se plasma en el relato visual o literario, el aliento que propicia la obra. En la novela son los personajes los que nos llevan de la mano a vivir otras vidas, a compartir sus sentimientos, a entender sus motivaciones, y a que nos conmuevan (o no)…   

P: Cambiando de mirada en tu creación, sabemos que estás terminando la película documental tan esperada sobre Luis Cernuda. ¿Qué resultado estás teniendo? ¿estás contento de esta nueva peli? 

R: Estoy muy contento con el resultado, a espera de la respuesta del público cuando se estrene en octubre. Es un documental en el que transpira la vida y la obra poética de Cernuda, él mismo quien nos cuenta lo acontecido y sentido; hemos intentado conjugar la profundidad con lo ameno. Evocar la soledad, sus vivencias más hondas, sus preocupaciones amorosas y sociales, su compromiso. Y hemos contado para ello con las magníficas interpretaciones de Gloria Vega y Juan Pinilla, aparte de las canciones emocionantes de Lucia Socam, el jazz de CRASH 4 JAZZ, o el clarinete de Wolfang Puntas o la guitarra de Julián Bedmar, que actúan en la película.   

P: Esperamos que pronto nos puedas regalar otra novela, pues ésta aún siendo en cierta manera extensa se lee con avidez y con fluidez y además está teniendo muy buena aceptación. ¿Qué publicación preparas en estos momentos?

R: Estoy con el último capítulo de un libro que trata de la relación de Antonio Gades y el cine, de todas las películas en las que actuó o participó, y que nos sirven al mismo tiempo para hacer un recorrido por el cine español de los sesenta hasta fines de los ochenta, ver sus vicisitudes y corrientes, y también para analizar cómo se representa la relación danza-cine en la pantalla.