Estas son las primeras elecciones andaluzas en 40 años donde existe la certeza de que la izquierda no gobernará. Las convocatorias más parecidas fueron las de 1996 y 2012, pero lo que entonces era una posibilidad con un alto grado de cumplimiento hoy es una certeza incontrovertible. Sin esa certidumbre no puede entenderse la pavorosa desmovilización del votante de izquierdas. Y son también las primeras elecciones en que el PP no da ningún miedo. Y con razón: Moreno no ha dado argumentos para ello. Vox le ha tomado el relevo.

1. Las encuestas

Para el Partido Popular de Juan Manuel Moreno, lo bueno de las encuestas es que todas menos una le son muy favorables; lo malo, que lo están siendo demasiado pronto y que colocan tan alto el listón de las expectativas, que no alcanzarlo será una victoria con sabor a derrota. Invirtiendo simétricamente los términos, el argumento vale también punto por punto para el Partido Socialista.

2. El clic

A dos semanas de celebrarse, la primera gran novedad de estas autonómicas es que, en el imaginario electoral, Vox ha desplazado al PSOE como principal adversario del PP. El objetivo urgente de los socialistas tiene que ser recuperar la plaza de eterno rival del PP que le ha sido arrebatada; de no lograrlo, malo para Juan Espadas… y para Pedro Sánchez. Los simpatizantes socialistas necesitan escuchar ese milagroso clic que indicaría que la campaña ha entrado en una fase distinta.

3. Los 90.000

La segunda gran novedad de este 19-J es que la campaña más fieramente antisocialista no la está haciendo, como solía, el Partido Popular sino Vox. No sin astucia, San Telmo ha calculado que un exceso de agresividad contra el PSOE espantaría a esa apetitosa bolsa de unos 90.000 votantes socialistas que Moreno se ha propuesto arrebatarle a Espadas.

4. El patriarca

El PP busca el grado cero de la ideología, presentando a Moreno no como pontífice parcial de una Iglesia en concreto sino como el Patriarca de Todas las Iglesias. Su Alteza Serenísima. Los otros son sectarios y él es ecuménico. Como en ‘Amanece que no es poco’, los demás candidatos podrían proclamar, los pobres: “Juanma, nosotros somos contingentes pero tú eres necesario”.

5. Pálido fuego

Si la marca Adelante Andalucía era el equivalente al fuego -pálido fuego- de los dioses, robado por Teresa Rodríguez a plena luz del día en el templo de la soberanía popular, el resultado del hurto no ha podido resultar peor: todos chamuscados. Solo resta determinar de qué grado serán las quemaduras de cada uno y cada una. Mientras, una paradoja: la dirigente que más apostó en el pasado por los liderazgos colectivos pone hoy su foto en la papeleta de Adelante. Humano, demasiado humano.

6. El relato

¿Cuánto pesa el caso ERE en la inhibición del votante del PSOE? Seguramente mucho: cuando a un simpatizante socialista alguien le echa en cara el caso, no sabe qué decir. Acomplejado y temeroso, su partido renunció a construir su propia versión de lo sucedido, de manera que el único relato disponible en el mercado electoral es el construido por la justicia y por sus adversarios. 

7. Los pecados

Las condenas judiciales del PP por corrupción no están en la agenda de campaña del 19-J. Además, cuando a un simpatizante popular alguien le echa en cara la condena de Gürtel, sabe qué decir: el juez ponente de la sentencia que condenó al PP estaba comprado y los culpables fueron cuatro mangantes que engañaron al partido. Acostumbrada a la misericordia divina y la benevolencia de la justicia, la derecha siempre se ha avergonzado de sus pecados menos, infinitamente menos que la izquierda.

8. El pasado

Sin sacar algo de pecho por el pasado ni exhibir la épica derivada de haber construido la Andalucía de la modernidad, el PSOE difícilmente podrá arrastrar a las urnas a quienes si lo votaron durante décadas, fue precisamente por haber transformado una comunidad que en los 80 era técnicamente subdesarrollada. El padre de la Andalucía moderna es el PSOE, no Clavero, pero el propio PSOE no parece darse por enterado.

9. La suma

El oficio de político no está pagado: Juan Marín afronta la competición electoral como farolillo rojo pero está obligado a aparentar que se clasificará para la Champions: “Juanma y yo estamos convencidos de que vamos a sumar”. ¿Es imposible que sumen? No. Desde hace algunos años nada es imposible en ninguna confrontación electoral. Si Moreno resucitó en 2018, ¿por qué no Marín en 2022?

10. Los 8.000

Todo son incógnitas en torno a Macarena Olona: ¿le pasara factura su empadronamiento descaradamente fraudulento? ¿Y el cínico ventajismo de no renunciar a su acta del Congreso de los Diputados? El hecho de que Olona continúe de diputada –8.407 euros mensuales en 14 pagas– hasta que se constituya la Cámara autonómica en julio solo puede significar una cosa: que si el resultado del 19-J no le da para ser vicepresidenta de la Junta, no piensa pasarse cuatro años de diputada rasa en un Parlamento que para Vox es de segunda. Siempre ha habido clases.