Manuel y Violeta Lebrón, de 9 y 10 años, ya están sanos y salvos después de que haya sido detenido su padre, que fue denunciado por su exmujer porque tenía haber entregado a los niños el pasado sábado en Granada y no lo hizo. Los pequeños han sido localizados este martes en Sevilla y trasladados a la comisaría de Blas Infante para ser entregados a su madre.

El hombre, condenado a dos años y diez meses de cárcel por maltratar y someter a "continuas" vejaciones a su exesposa en presencia de los menores y cuyo ingreso en prisión es inminente, ha sido localizado en el domicilio de su actual pareja en la capital andaluza. El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha felicitado a la Policía Nacional por la operación.

La detención

Minutos antes de las doce del mediodía, varias dotaciones policiales se han personado en el domicilio de la pareja del exagente, y cuando le han comunicado la detención se ha producido una pelea en la que dos policías han resultado heridos y han tenido que ser trasladados a un hospital, sin confirmar las fuentes si los niños han presenciado los hechos durante la actuación policial, informa Efe.

Una vez reducido y detenido, el padre ha sido trasladado a la comisaría de los servicios centrales policiales de la avenida de Blas Infante de Sevilla, igual que los menores, que se encontraban custodiados en las mismas dependencias policiales a la espera de ser entregados a la madre para regresar con ella a Granada.


Esta mañana, a las puertas de los juzgados de Alcalá de Guadaíra, la madre de los niños, Sonia Barea, hizo un llamamiento al padre de sus dos hijos pidiéndole que "no les hagas daño" y que recordase que "por Dios, son tu sangre".


Maltrato físico y psicológico

A preguntas de los periodistas a las puertas de los juzgados de Alcalá, a donde había acudido para reclamar información sobre la investigación, Barea admitió que tenía miedo de que su expareja hiciese daño a los menores y le pedía que, en el caso de que escuchase sus declaraciones, que no olvide que son sus hijos.
 Ha recordado que durante el tiempo que vivió con él sufrió maltrato físico y psicológico: "Al principio era encantador y maravilloso, estaba superenamorada de él, pero antes de tener al niño perdí mi trabajo, y cuando vio que dependía de él me hizo perder mi relación con mi familia; yo era lo que él quería que hiciese y sufrí violencia sobre todo psicológica".


"Dos veces me ha pegado un bofetón, me ha cogido de las piernas y me ha tirado de la cama", ha relatado, lamentando que no se haya ejecutado la sentencia que desde julio pasado obliga a su exmarido a ingresar en prisión durante 34 meses.

Expulsado del cuerpo

El progenitor fue policía local, ya expulsado del cuerpo. Los dos menores le fueron entregados el pasado día 23 en virtud de un acuerdo con la madre, que tiene la patria potestad aunque la custodia es compartida y que antes de denunciar aseguró haber hecho todas las gestiones imaginables para localizarlos, entre ellas ponerse en contacto con familiares del padre. Según la denuncia de la madre, la abuela paterna de los menores habría comentado que sabía dónde estaban sus nietos pero no quería revelarlo.

La madre relató también en la denuncia que el padre guardaba una cierta cantidad de dinero en efectivo y que les había dicho a sus hijos que se los iba a llevar fuera y que “no volverían en mucho tiempo". Según la agencia Efe, el expolicía llamó anoche al cuerpo al que perteneció para confirmar que, en efecto, tenía en su poder a los dos niños. Inmediatamente después, colgó el teléfono.