Juana Rivas ha roto su silencio tras la entrega de los niños a su padre, condenado en firme por maltrato. En el plató de El Programa de Ana Rosa, la madre granadina ha contado cómo Francesco Arcuri la maltrató numerosas veces y ha llegado a confesar que se llegó a hacer sus necesidades encima mientras él intentó estrangularla. "Me dijo que aún no me iba a matar, que me quedaba mucho por sufrir", ha comentado.

Según recoge la web de Telecinco, Juana Rivas ha decidido sentarse en un plató de televisión para ofrecer su testimonio sobre cómo está viviendo la difícil separación de sus hijos tras entregarlos al padre el pasado 28 de agosto después de haber estado en paradero desconocido durante casi un mes. ¿Por qué salió huyendo de Italia por sus hijos? ¿Por qué estuvo escondida un mes sin entregar los niños a su padre?  A esas y otras preguntas de Ana Rosa Quintana respondió Rivas. La información de Telecinco resume las declaraciones de Rivas en los siguientes titulares:

“El padre de los niños me cuelga el teléfono cuando les llamo”. 

“Él se fue de madrugada antes de que escucharan al niño”.

“Al principio de la relación, confundí celos con amor”.

"Volví con él porque estaba embarazada”.

“Él nunca quería que yo estuviese con otra gente”.

“No me levantaba de la cama porque estaba destrozada”.

“Me ha maltratado muchas veces, no solo una”.

“Me hice mis necesidades cuando me intentó estrangular”.

"Me pegaba bofetadas para que no me durmiese y siguiese escuchando sus insultos".

“La primera vez que le denuncié, me pegó por salir sin avisar”.

“Denuncié porque un médico me obligó a hacerlo; me daba miedo”.

“Cuando lo condenaron, me escribía cartas de amor”.

“Volví con él porque me encontraba sola con el niño y el trabajo”.

"Cuando descubrió que tenía novio, dejó de pasarme la pensión".

"Se portó como un ángel durante un mes para que volviera con él".

"Él me encerraba y mi hijo mayor me daba una llave para que escapara".

“Me arrastró por todo el pueblo y me pegó por pedir un cigarro”.

“Llamé a la policía tres veces, pero me quitaba el teléfono”.

"Le pido a la Justicia que no me hagan ir y lo resuelvan aquí".

"Él me ofrece la custodia compartida para seguir controlándome".

"Mi hijo me dijo al despedirme: mamá, lucha".

"No tengo miedo a la cárcel porque ya he estado en la cárcel con él".