Ciudadanos insiste: no hay violencia de género, hay violencia familiar. Es el mismo concepto que quiso imponer la ex ministra de Sanidad, Políticas Sociales e Igualdad, Ana Mato, quien tuvo que dar marcha atrás. Este viernes Albert Rivera, candidato de Ciudadanos, y su candidata Marta Rivera de la Cruz, han vuelto a decir que la Ley Integral contra la Violencia de Género aprobada en España durante la primera Legislatura de Zapatero no sirve porque este año han muerto en España 51 mujeres. Desde el punto de vista jurídico es lo mismo que decir que el código penal no sirve porque se sigue robando. Esta es la ÚNICA Ley española que Naciones Unidas ha recomendado como modelo a seguir para combatir lo que se considera una lacra mundial. Las explicaciones de Ciudadanos ponen en evidencia que no creen que exista violencia de género porque en su programa electoral proponen eliminar el agravante penal. Hay más, Ciudadanos confunde la Ley con su dotación presupuestaria.
Lo que dice el programa
"En cuanto a la actitud contra la violencia de género, en Ciudadanos pensamos que debe ser modificada para acabar con la asimetría penal por cuestión de sexo y la ineficacia de la Ley", es decir lo que proponen es derogar la Ley. Los argumentos de Marta Rivera de la Cruz no dejan lugar a dudas: "un niño sufre igual si matan a su padre que a su madre". Lo que niega Ciudadanos es que exista un problema de violencia contra la mujer precisamente por ser mujer, porque sus parejas consideran que les deben total y absoluta sumisión, sobre las que primero ejercen todo control y después violencia física. La pregunta a Ciudadanos es ¿Cuantas veces una mujer ha tirado a un hombre por un balcón o un barranco?.
No se han leido la ley
Lo dicho por los dirigentes de Ciudadanos solo puede llevar a la conclusión de que ninguno de ellos se ha leido la Ley entera. O que no tienen los necesarios expertos jurídicos, entre otras cosas por el agravante penal por género (machismo) se produce en delitos de lesiones, coacciones o amenazas, no en los homicidios, casos en los que la pena es la misma sea cual sea el género del homicida (mujer, hombre, hetero u homosexual).
Y ahora que se refería a los homosexuales
Rivera de la Cruz aseguró en una entrevista en Antena 3 que cuando dijo lo que dijo en el famoso debate de TVE "estaba pensando en los homosexuales". El nivel de desconocimiento es ya antagónico. Sí hay violencia entre parejas homosexuales, lesbianas, transexuales, como entre hermanos, cuñados, primos o vecinos. En absoluto la violencia entre parejas del mismo sexo llega a los niveles de la violencia machista. En absoluto. Conviene recordar a los dirigentes de Ciudadanos que no hace mucho en este país era "normal" que el marido le pegara un bofetón a la mujer si no le gustaba la comida. Hay anuncios de coñac de la época franquista que ilustran perfectamente la cultura machista. Nunca se vio un anuncio en el que una mujer le pagar un tortazo a su marido porque éste había cocinado mal. Y conviene recordar a los dirigentes de Ciudadanos que las agresiones, y no digamos asesinatos, están contempladas y penadas enlas leyes españolas independientemente de quien sea el autor.
El agravante por género se produce en delitos de lesiones, coacciones o amenazas, no en los homicidios, cuando la pena es la misma sea cual sea el género del homicida (mujer, hombre, hetero u homosexual)
Confundir Ley y recortes
La Ley Integral contra la Violencia de género aprobada en España en 2004 fue -y es- pionera por muchas razones. Porque fue la primera vez en la historia que se aprobó una Ley para combatir la violencia machista en España, y porque se abordó la tragedia de principio a fin, de forma integral, y no exclusivamente por la vía penal con las condenas. La Ley estableció un teléfono gratuito que no deja rastro en la factura para que las mujeres maltratadas pudieran denunciar, estableció después un protocolo policial que debía seguirse para que las denuncias no acabaran en la papelera, se crearon los Juzgados específicos de violencia de género y la Fiscalía especial. Se estableció una red de centros de acogida por toda España, una serie de ayudas económicas y de reinserción laboral y una vigilancia a los maltratadores.
Es el colmo de la ignorancia jurídica decir que la Ley es un fracaso porque el 40% de las pulseras telemáticas con las que se sigue a los maltratadores no funcionan. Eso no es culpa de la Ley, es culpa de los recortes presupuestarios, como lo es la falta de personal en los juzgados específicos contra la violencia de género o la falta de ayudas para los centros de acogida, algunos de los cuales han tenido que cerrar, como por ejemplo en Castilla-la Mancha durante el Gobierno de Cospedal.