Qué risas la otra noche y ayer todo el día. La monumental metedura de pata de la entrega de los Oscars eclipsó toda la gala. Incluso al propio premio. Daba igual quién había ganado o quién había dejado de ganar, nunca mejor dicho. Lo importante, lo que iba de boca en boca, fue el numerito del fallo.

Warren el sospechoso

Los comentarios enseguida se dirigieron a dilucidar quién había sido el culpable. El primer sospechoso fue el pobre Warren Beatty que por lo visto en la ceremonia bastante tenía con mantenerse en pie. Después los dedos señalaron a Faye Dunaway, que tampoco es que estuviera como una rosa. Pero lo cierto es que fue ella la que se lanzó a dar el nombre del ganador. Aunque, se ha demostrado, en la tarjeta no se especificaba claramente el nombre de la película. Sin embargo, al final, en un gesto de elegancia, la consultora PwC admitió que el fallo había sido suyo. Ellos eran los encargados de custodiar y repartir los sobres. Y el responsable de dar el último, el que realmente cuenta, pues debió de despistarse mirando a alguna estrella de Hollywood. Y la cagó.

¡Mi logo más grande!

Pero ayer, la usuaria de Reedit Shiny Tile dio en el clavo. El auténtico culpable es el diseñador de las tarjetas. Gracias al gesto del productor de La La Land, Jordan Horowitz, se pudo ver claro. En la tarjeta figura el nombre de la película y de los productores en un tamaño medio. En la parte inferior, en un tamaño ridículo el premio a mejor película. Eso sí, la parte superior, la de mayor visibilidad es para un enorme logotipo de los Oscars.

Lección para los próximos Oscars

A ver. De verdad es tan necesario, una vez más, poner el logotipo a ese tamaño. De verdad piensan que alguien que recibe la invitación de la Academia de cine, se pone su mejor traje de boda, hace posturitas en la alfombra roja, accede al Dolby Theatre, sale al escenario, abre el sobre y saca la tarjeta, no sabe dónde está (bueno, cabe la posibilidad de que Beatty sí anduviera un poco despistado). Si lo más relevante de esa tarjeta es quién gana y qué categoría, ¿no debería ser esa la información que primara en el diseño? Para la próxima vez: el premio y el nombre del ganador a todo trapo. Y el resto de la información, en una esquinita de abajo. Hasta Warren Beatty se dará cuenta.