Nada menos que un 140% más de los que ya existen. De 15.700 a 17.500 empleos nuevos. Según el informe anual de la Unión Española Fotovoltaica (Unef) sobre el sector, ese es el número de puestos de trabajo que se podría crear en España en el sector solar de aquí a 2025. Todo, gracias a un probable aumento anual de la capacidad de generación fotovoltaica en el país, entre 500 megavatios (MW) y 1.000 MW en grandes instalaciones, y entre 150 MW y 300 MW en las pequeñas.

Es un crecimiento lento

Y eso que, según los datos recogidos en el informe anual, el sector fotovoltaico crece a un ritmo lento en España, lo que ha llevado al país a perder posiciones en el ránking internacional. En 2016, la potencia instalada en España fue de 55 MW, frente a los 49 MW registrados en 2015, y acumuló una potencia total de 4.729 MW. Con todo, en 2015, señala la organización, el sector solar aportó un total de 2.801 millones de euros al producto interior bruto (PIB), y 11.491 empleos, de los que 7.165 fueron de forma directa y 4.326 de forma indirecta. Además, en el periodo 2014-2015 se exportaron 2.084 millones de euros. Las Comunidades Autónomas líderes en autoconsumo fueron Catalunña, Galicia y Andalucía.

¿Qué es la energía fotovoltaica?

La energía fotovoltaica, según la define la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA), es la transformación de la radiación solar en electricidad. Esta transformación se produce en unos dispositivos denominados paneles fotovoltaicos, en los que la radiación solar activa los electrones de un dispositivo semiconductor generando una pequeña diferencia de potencial. La radiación, pues, se almacena en baterías para luego poder ser consumida cuando lo necesitemos. Señala APPA que el efecto fotovoltaico era conocido desde el siglo XIX, pero fue en la década de los 50, durante la carrera espacial, cuando los paneles fotovoltaicos comenzaron a experimentar un importante desarrollo. Inicialmente se utilizaban para suministrar electricidad a satélites geoestacionarios de comunicaciones, pero hoy constituyen una tecnología de generación eléctrica renovable. Así, la energía solar fotovoltaica se ha posicionado como la tercera fuente de energía renovable más utilizada en el mundo. El primer y segundo puesto lo ocupan las centrales hidroeléctricas y la energía eólica.

Ventajas y desventajas de la fotovoltaica

Entre las ventajas de la tecnología fotovoltaica suele destacarse su disposición modular, que permite organizar amplias plantas fotovoltaicas sobre el suelo y pequeños paneles en tejados particulares. Además, la energía solar es inagotable, es limpia (no contamina) y llega a cualquier rincón, pues el sol ilumina, en mayor o menos medida, todos los puntos del planeta. Entre las desventajas, como dos caras de una misma moneda, suelen mencionarse la gran inversión que requiere la instalación de los paneles, el amplio el espacio que éstos requieren incluso en domicilios privados y la desigualdad en la radiación solar en cada área geográfica.