Cuando se habla de seres humanos inaccesibles siempre pensamos en estrellas del cine o del rock, pero ningunos tan distantes como los astronautas. No solo por una pura cuestión espacial, nunca mejor dicho, si no porque su capacidad física e intelectual nos parece a años luz del resto de los mortales.
Seis meses en órbita
Una vez más las redes sociales han servido para acercarnos el universo de estas figuras y permitirnos acceder a su mundo. Si primero fue el cosmonauta norteamericano Chris Hadfield y su versión en escenarios reales del Space Oddity de Bowie, ahora es su colega británico Tim Peake el que nos ha acercado las sensaciones desde la órbita terráquea, en este caso a través de espectaculares imágenes.
La última misión de Peake le ha tenido dando vueltas a la Tierra durante seis meses como miembro de la tripulación de la Estación Espacial Internacional. En ese tiempo ha compartido en sus cuentas de Instagram (@astro_timpeake) y Flickr cautivadoras fotografías del planeta visto desde el espacio y de su día a día dentro de los claustrofóbicos habitáculos de la estación.
300.000 seguidores
Las imágenes, como describía Carl Sagan, muestran un mundo tranquilo, bello y pacífico. Amaneceres sobre la curva superficie del horizonte, electrificantes auroras y paisajes cenitales creados por el lento paso del tiempo. También la mano del hombre, con ciudades que parecen caóticas colmenas y panoramas nocturnos en los que los contornos de los continentes se recortan con luz artificial.
Los casi 300.000 seguidores de Peake tienen acceso gracias a las redes a la rutina, si se puede llamar así, de los astronautas y a una visión del mundo en la que las luchas que se desarrollan sobre la superficie resultan todavía más lejanas y absurdas, frente a la enormidad e invariabilidad del planeta sobre el que se desarrollan.
