Javier Fernández ha tomado las riendas de la gestora con la intención de empezar a recomponer las fracturas del 'desalojo' de Pedro Sánchez de la secretaría general, o al menos para que los daños no lleguen a más, ya que parece difícil que las heridas empiecen a restañarse durante este período de interinidad. De momento el PSOE tiene una tarea inmediata con la que lidiar, su postura parlamentaria ante la tesitura de abstenerse para que Mariano Rajoy forme nuevo Gobierno o mantener el no e ir a terceras elecciones, posibilidad que no desagrada al PP ante la descomposición de su adversario. 

Debate abierto sobre la abstención: explícito de puertas a fuera...
El presidente de la gestora tenía una jornada clave para empezar a construir el discurso de su partido en el futuro inmediato ya que, aunque no es diputado nacional, acudía al Congreso a reunirse con el grupo parlamentario socialista. Antes del encuentro había pasado por los micrófonos de la SER para dejar caer mensajes como que durante la etapa de Sánchez el partido se había "podemizado" o que si ahora van a nuevas elecciones "el PP aumentaría la mayoría". También alertó de una "espiral del silencio" que habría evitado el debate sobre la abstención en su partido. Ese silencio -que no era tanto ya que voces como José Borrell habían defendido en los órganos de dirección la posibilidad de abstenerse con contraprestaciones- se ha roto definitivamente y el eurodiputado José Blanco ha abogado abiertamente en la COPE también esta mañana por la posibilidad de aprobar en el Comité Federal una "abstención técnica" ante un nuevo intento de investidura de Rajoy si el PP acepta "enmiendas" en la reforma educativa o en la laboral. 

... y con más eufemismos internamente
Esos eran los mensajes que iban llegando a los diputados socialistas antes de la reunión. En el Congreso Fernández se ha presentado como alguien que llegaba para "intentar apaciguar" los ánimos en el partido. Anunció que había ido a hablar con sus diputados para "transmitirles serenidad y pedirles responsabilidad". Pero en el interior de la sala le esperaba la tarea principal. Según ha podido saber ELPLURAL de fuentes socialistas, algunos de los mensajes que Fernández ha transmitido al grupo socialista han sido hacer énfasis "en el trabajo parlamentario" que es lo "que mejor sabemos hacer", aludiendo a la utilidad de las iniciativas parlamentarias. Además de la lectura de la compleja situación actual en el partido tras las dos elecciones celebradas, advirtió al grupo de que ahora se abren "dificultades" añadidas y que no se pueden dejar encasillar en un debate sobre "buenos y malos". Alertó asimismo a los suyos que existe un riesgo de que en España se perciba que los socialistas anteponen "el interés" del partido "al del país". Mensajes que no dejan de ser algunas de las críticas que arreciaron contra Sánchez en los días previos a su caída, por lo que no faltan interpretaciones de que ese discurso era una invitación a un cambio de rumbo y más puntadas en la línea de la abstención del mismo que los mensajes cada vez más contundentes en los medios en esa dirección. Fuentes próximas al partido aseguran que apenas se han producido intervenciones de diputados defendiendo mantener el 'no' a Rajoy y que casi todos los que han tomado la palabra han abogado por evitar las terceras elecciones, un eufemismo para evitar la palabra abstención. En cualquier caso federaciones como la catalana han advertido de que sus diputados podrían votar 'no' si la nueva consigna es la abstención y que en cualquier caso habría que consultar a la militancia si se decide ese paso. 

La ausencia de Sánchez
En la escena de este martes en el Congreso faltaba Pedro Sánchez, ausente por decisión propia de la jornada del Congreso -como su mano derecha, César Luena- tanto en la reunión del grupo como en la sesión plenaria de la tarde. Su escaño en el hemiciclo ha sido ocupado por quien hasta ahora se sentaba a su izquierda, el portavoz Antonio Hernando, que sigue ocupando esa función. 

Expectación en todo el Congreso
Los minutos previos al inicio de la reunión del grupo dejó escenas curiosas. Entre los pocos diputados socialistas que quisieron hacer declaraciones abiertamente a la prensa estuvo Antonio Trevín, también de la federación asturiana, y lo hizo para demostrar que el presidente de la gestora cuenta con fieles de su plena confianza en el Congreso. Trevín argumentó 
que en EEUU se mantiene que un parámetro de confianza de los políticos es si le comprarías un auto de segunda mano para sentenciar que él al presidente de la gestora "le compraría un coche usado"

Desde la gestora ya han advertido de que hablarán con todos menos con los independentistas y en el Congreso se pronunciaron sobre la crisis del PSOE varios diputados catalanes que defienden el derecho a decidir. Xavier Doménech (En Comú Podem) lamentó que la dirección tomada en el PSOE parezca indicar que no vaya a haber opción de un Gobierno alternativo al PP. Cree que el debate interno de los socialistas se reduce ahora a si "el 'no es no' a Rajoy es 'sí' ahora" o "si van a terceras elecciones". Joan Tardá (ERC) se mostró contundente ante la posibilidad de que Rajoy está más cerca de reeditar Gobierno: "Con su pan se lo coman". Había mucha más tensión entre la prensa que entre los diputados socialista, no como el pasado sábado en Ferraz, pero las heridas abiertas se palpaban en el ambiente. Un grupo de diputados de otras fuerzas se despistó e intentó acceder a la sala en la que estaba reunida el grupo socialista. Advertidos de su error se dieron la media vuelta con rápidez: "A ver si vamos a pagar nosotros los platos roto"