Este sábado el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, se ha desplazado a Murcia en medio de los supuestos casos de corrupción que acechan a su partido para tomar parte en la reunión de la Junta Directiva de su formación en esta región. Durante su alocución, advirtió de que la única alternativa a un ejecutivo encabezado por él sería "un gobierno de Podemos presidido por Sánchez y con el apoyo de los independentistas".

De este modo, Rajoy ha vuelto a insistir en la teoría del miedo alertando además de que esa opción sería "un torpedo en la línea de flotación de la economía española, de la creación de empleo y de la Constitución".

En medio de las turbulencias que derivan de las corruptelas que rodean al PP, aseguró que un coalición como la descrita por él mismo daría como resultado "un gobierno que espero que nunca llegue a serlo" que será "combatido democráticamente por todo el Partido Popular".

Asimismo, aprovechó el público amigo para acusar al secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, de estar retrasando la sesión en la que se va a someter a la investidura para seguir haciendo "propaganda política" y por razones partidistas. A su juicio "si quiere hacer un gobierno, que hable con las fuerzas políticas que quiere que le apoyen y nos digan ya si se van a poner de acuerdo o no porque no podemos estar indefinidamente sin gobierno".

Eso sí, Mariano Rajoy ha pasado por encima de los múltiples casos de corrupción que se han conocido en los últimos días y que se suman a los que acumulan los 'populares' y que han llevado a la policía a registrar la sede central de la calle Génova en Madrid en varias ocasiones.