A lo largo de los últimos años la gran mayoría de superficies comerciales, grandes y pequeñas, han decidido sumarse a las campañas por la defensa del medio ambiente pero ¿Cómo lo han hecho? La medida ha sido unánime: retirando las bolsas de plástico.

A priori, detrás se encuentra la descrita buena causa. La realidad también demuestra que existe una parte importante de negocio ¿Por qué,si no, cuando te olvidas en casa la reutilizable te ofrecen comprar una de plástico?

Pero las cosas pueden cambiar de nuevo. Ahora el plástico, parece que regresa a las bolsas -aunque nunca se haya ido del todo- gracias a la investigación llevada a cabo por el departamento de Embalajes de la empresa Dell.

Petróleo no, gracias
El petróleo es el diabólico personaje principal en el proceso tradicional de fabricación de las bolsas. No es necesario recordar sus efectos para el medio ambiente. La tecnológica Dell ha investigado, experimentado y, ahora, sacado a la luz sus bolsas elaboradas a partir de las flatulencias de las vacas. En realidad, también de los vertederos o basureros y, en general, de todos aquellos lugares donde haya o se genere metano.

Porque este gas es la clave de todo. Para la fabricación de las nuevas bolsas, de la que se encarga otra compañía llamada Newlight, lo que ha hecho Dell es almacenar el metano antes de que sea liberado la atmósfera.

Biomagia”
De este modo, además de utilizarlo en la fabricación de las bolsas, se excluye el petróleo del proceso y se evita que un porcentaje importante de un elemento como el metano haga su función contaminante como gas de efecto invernadero.

Oliver Campbell, director de la sección de Embalajes de la compañia, según recoge la BBC, ha definido el invento como “biomagia”. La parte que más gustará al sector empresarial, tan preocupada por la cuenta de resultados es que, tal y como describen desde la compañía, la producción de este tipo de bolsas supone un ahorro de gastos en comparación con las que dependen del petróleo, es decir, que son más baratas.