Desconozco si el género de pintura del que hoy vamos a hablar tiene un nombre en concreto, pero si no lo tiene lo merece, y aunque “cuadros Tinder” quizá no sea  la definición más académica, puede que nos ayude.

Que nadie es tan feo como su foto del DNI ni tan guapo como su perfil de Facebook es de sabido por todos, pero que este fenómeno de lucir palmito en las redes sociales tenga siglos de historia sorprende un poco más.

Lógicamente en las redes sociales con fines “amatorios” este fenómeno se intensifica, haciendo que en ocasiones cualquier parecido con la realidad sea pura coincidencia. Ahora bien ¿cómo va a tener siglos de historia el meter tripa o enseñar escote para ligar? Pues lo tiene.

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“Dama descubriendo seno” pintado por Tintoretto. De ser cierta la teoría de que esta mujer es Verónica Franco estaríamos ante una de las mujeres que mejor supo explotar su físico en el renacimiento.Hace siglos un pastor de la estepa castellana no tenía posibilidades ni de hacerse retratar ni apenas ocasión de elegir entre las muchachas del lugar, pero no así los reyes, duques y gentes alto postín.

Y aunque es cierto que la mayoría de sus matrimonios fueron de pura conveniencia, sería absurdo dejar escapar a la princesa de las buenas curvas o al príncipe galante. Ahora bien, había dinastías con ejemplares de aúpa…

 Carlos VIII de Francia apodado por sus súbditos como el rey afable, fue motejado en España como “el cabezudo” y es que el sobrenombre de “rey  pero solo como amigo” quizá se quedaba un poco largo.

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Recordemos que los pintores de cámara siempre trataban de favorecer a los reyes mejorando su imagen todo lo posible. Pero según este retrato, Carlos VIII de Francia se ganó el mote de “el cabezudo” por meritos propios.Precisamente por ello muchos pintores tuvieron que esmerarse para convertir a aquellos jovenzuelos en apuestos “tronistas” (que para algo tenían un trono de verdad). Entre estos esforzados artistas está la flor y nata del arte occidental, de este modo Velázquez, Tiziano o Tintoretto prestaron sus pinceles al noble gesto de buscarle pareja a su señor.

Empecemos por Federico II Gonzaga, primer duque de Mantua y famoso en media Europa por su juventud disoluta. Gran coleccionista de pintura erótica no lo tuvo fácil para casarse, pero la genialidad de Tiziano le ayudó a encontrar esposa. ¿Cuál fue el truco? Retratarle como un hombre hogareño, con buen gusto para la moda y amante de los animales. Resultado; boda con Margherita Paleologa la heredera del ducado de marquesado de Monferrato.


Federico II Gonzaga conocido por sus múltiples amantes logró casarse en gran medida gracias al cuadro de Tiziano. ¿Cuántos hombres no añaden hoy en sus apps fotos con perros mostrando su lado tierno?Las chicas tampoco se quedaban atrás los retratos de “cortesanas honestas” abundan en las pinacotecas y quizá el más famoso de todos es el que pintó Doménico Tintoretto allá por 1580 y que parece representar a la veneciana Verónica Franco una muchacha a la que su madre trato de introducir por todos los medios en la alta prostitución, que por lo que se deduce de los catálogos de arte era la prostitución “honesta”, pero sea como fuere la modelo no dudó en lucir encantos pasando a la historia como “Dama descubriendo el seno”.

En otras ocasiones los retratos no surtieron efecto, tal y como pasó con la infanta española Maria Teresa y Fernando IV de Hungría cuya boda fracasó (afortunadamente dado el parentesco de ambos) pero sin embargo nos dejaron el retrato de él en España y el de ella en Viena. Algo que curiosamente favoreció el arte, porque en aquel mercadeo de retratos pintores de reinos lejanos veían el estilo con el que sus colegas innovaban en el extranjero.