En varios Estados  de Estados Unidos han presentado proyectos de ley que requieren que las bebidas endulzadas con azúcar (SSB) deben mostrar en las etiquetas advertencias sobre los riesgos para la salud. Un estudio examinó cómo estas etiquetas pueden influir en los padres a la hora de vigilar lo que toman sus hijos.

La Organización Mundial de la Salud relaciona las bebidas azucaradas con la epidemia de sobrepeso y obesidad que afecta a unos 2.000 millones de personas y ha hecho que las enfermedades cardiovasculares sean la principal causa de muerte en el mundo.

Investigadores, liderados por Christina Roberto, de la Universidad de Pensilvania, han realizado un estudio con 2.381 padres demográfica y  educativamente diferentes. Los padres fueron alineados aleatoriamente conforme a diferentes niveles de advertencias: Sin etiqueta de advertencia en las bebidas; con etiquetas de calorías; cuatro etiquetas con diferentes niveles de seguridad, tales como “el consumo de bebidas con azúcar añadido contribuye a la obesidad, caries, diabetes, etc.

Los padres que tuvieron las etiquetas de advertencia eligieron un 20 por ciento menos que los que tenían las bebidas sin etiquetas de seguridad. Los padres que no tenían advertencia eligieron para sus hijos un 60% de bebidas con azúcar añadido, mientras que los que disponían de etiqueta eligieron: con calorías, un 53% y con advertencias de seguridad o riesgo para la salud, un 40%. No hubo diferencias notables entre las diferentes versiones de las etiquetas de advertencia.

La conclusión de los investigadores es que las etiquetas de advertencia sanitaria sobre las bebidas con edulcorantes o azúcar añadido, mejoraron la comprensión de los daños a la salud que se asocian con el consumo excesivo de este tipo de bebidas y pueden contribuir a que los padres compren menos para sus hijos.

El estudio, publicado en la revista Pediatrics.