En apenas unos meses, Pablo Iglesias y Alberto Garzón han pasado de protagonizar duros enfrentamientos en público -Iglesias llamó “pitufo gruñón a IU” y Garzón acusó a Podemos de ejercer el “chantaje” y aspirar a convertirse en la “nueva UCD” de Adolfo Suárez-, a recuperar la buena sintonía que ambos políticos mantenían cuando en 2011, alejados de la primera línea política, trabajaban en la sombra para Izquierda Unida.

Dispuestos a olvidar los reproches, desprecios y gruesos calificativos que marcaron su relación desde que el profesor de la Complutense abandonara Izquierda Unida y fundase Podemos de la mano de muchos exdirigentes de la coalición rojiverde, Iglesias y Garzón volvieron a escenificar este lunes su alianza en Madrid.

Si el pasado 10 de enero el lugar elegido para presentar Unidos Podemos fue el popular barrio de Lavapiés -a través del ya conocido como ‘pacto de los botellines’-, en esta ocasión el escenario donde se representó la unidad a la izquierda del PSOE fue el lujoso hotel Ritz de Madrid, dentro del ciclo de desayunos informativos que organiza Fórum Europa.

Alabanzas a la unidad frente a los críticas

Consciente de las críticas que ha supuesto el pacto con Podemos en sus filas -Llamazares considera que será el fin de Izquierda Unida e incluso Cayo Lara aseguró que le costaría votar el próximo 26 de junio-, Alberto Garzón aprovechó su presencia en el foro de debate -en el que se limitó a ejercer de anfitrión de Iglesias-, para defender la creación de Unidos Podemos. 

"Hubiera sido más cómodo presentarnos solos, hubiéramos evitado determinadas tensiones internas y las contradicciones internas de estar con gente que no piensa exactamente igual que tú, pero hubiera supuesto que el PP y Ciudadanos hubieran gobernado a partir del 26 de junio", dijo Alberto Garzón.

En su opinión, el acuerdo entre IU y Podemos es bueno para ambas formaciones políticas, pero “inmejorable” para la “mayoría social”. Respecto a Iglesias, el dirigente comunista elogió la “valentía que ha tenido en términos de país en beneficio de la gente que más está sufriendo las consecuencias de la crisis”.

 

Buena sintonía que Garzón no sólo intentó proyectar en su intervención, sino también en la antesala del desayuno informativo. De hecho acudió al Ritz en compañía de Iglesias, retransmitiendo en directo su paseo con el líder de Podemos.

“Con corazón” también con el PSOE

Por su parte, Pablo Iglesias centró buena parte de su intervención en intentar extender al PSOE la alianza que ya ha firmado con IU.  “Seríamos enormemente miopes si pensamos que esto lo podemos hacer solos”, afirmó el líder de Podemos con la suficiente humildad para reconocer que necesitan “una alianza con la vieja socialdemocracia para abrir un debate de país”.

Una alianza, que para Iglesias debería forjarse mediante la construcción de una “candidatura patriótica”. “Estamos llamados a gobernar con ellos”, manifestó tras desear  “con corazón y con cabeza” que el PSOE elija bien y decida tras el 26-J formar un gobierno con Podemos y no con el PP.

Y es que aunque Iglesias considera que el Partido Popular y Unidos Podemos serán los dos grupos que más votos reciban el próximo 26 de junio, la mayoría absoluta pasará por el apoyo definitivo de los de Pedro Sánchez. Aunque ganáramos las elecciones, debemos llegar a un acuerdo con el PSOE. Debemos tender la mano al PSOE, abrir un debate de país con ellos, discutir con la vieja socialdemocracia... Estamos llamados históricamente a gobernar con ellos", reiteró.