Uno de los problemas que más preocupan a los ciudadanos según todas las encuestas es la corrupción y una de las mayores tramas investigadas hasta la fecha es la de la 'Operación Púnica' que, según las investigaciones policiales, tenía dos 'cerebros': Francisco Granados, ex número dos de Esperanza Aguirre, y su amigo el constructor David Marjaliza. La trama salpica fundamentalmente al PP aunque también aparecen dos ayuntamientos gobernados por socialistas e incluso el ex alcalde de Parla, José María Fraile (PSOE) llegó a ser detenido. Se ha levantado el secreto de sumario y hay revelaciones escandalosas además de gravísimas, sin embargo el diario El País no saca nada en suportada de papel y hay que bajar mucho en su web para encontrar un texto en el que las siglas del PP no aparecen ni en el titular ni en el subtítulo. Y eso a mediodía, porque hasta entonces era imposible encontrar ni una sola mención a la trama en toda la manaña. Cada medio de comunicación es libre de informar de lo que considere oportuno y como estime conveniente pero ¿es normal que El País trate así este escándalo de corrupción?



¿Por qué se ocultan las siglas del PP en los titulares?
El titular y el subtítulo de la información sobre la trama corrupta púnica, que no es ni la primera ni la segunda sino la sexta noticia de su web, eran los siguientes a las 16.00 horas:

'La comisión de Cofely: “Un pago único de 300.000 y 40.000 durante tres años”

El sumario de la Operación Púnica revela los sobornos de la empresa para ganar contratos'

Y acto seguido cinco escuetos párrafos que se centran en el empresario David Marjaliza. Las siglas PP aparecen en el primer párrafo para explicar que la empresa Cofely "corrompió a numerosos alcaldes y concejales de municipios madrileños, la mayoría del Partido Popular". En el segundo párrafo para recordar que era amigo de Francisco Granados, "exsecretario general del PP-Madrid", de quien ni siquiera se recuerda que está en la cárcel.

¿Instrucciones de Moncloa?
El mismísimo presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se quejó públicamente del "martilleo" de las televisiones, de algunas televisiones, con los casos de corrupción. Rajoy no citó a la prensa escrita, bien porque no le preocupa su impacto o bien porque cree tenerla controlada. Es obvio que los diarios ABC, La Razón y ahora también El Mundo con su tercer director en dos años, no van a darle muchos quebraderos de cabeza al PP en campaña electoral. Es obvio también que la línea editorial de El País y sus portadas han cambiado tanto, pero tanto, que resulta llamativo para cualquiera. De sobra conocida es la excelente relación que mantiene el jefe de Prisa, Juan Luis Cebrián, con la vicepresidenta del Goiberno, Soraya Sáenz de Santamaría, pero 'cargarse' el prestigio de El País, aunque sea a cambio de un canal de televisión de los que el Gobierno repartirá en noviembre, no se paga con nada.