Tras la entrevista que le hizo Ana Pastor a Pablo Iglesias, no me sorprende, en absoluto, que el veterano de la Tuerka no quisiera acudir, el sábado por la noche, al programa de Barneda. Digo esto porque, como ustedes saben, la presentadora de la Sexta desmontó, en menos de una hora, la utopía de Podemos. La desmontó, cierto, porque el líder de la coleta no estuvo a la altura acostumbrada cuando fue preguntado por la praxis de su programa. Gracias a Ana, y desde aquí le doy la enhorabuena, su entrevista sirvió para que miles de espectadores visionaran, de una vez por todas, las incoherencias que se esconden detrás de quienes prometen la luna a cambio de la nada. Tanto es así, que al día siguiente del programa, en los bares de mi pueblo, muchos de los que defienden, a capa y espada, al líder de Podemos; callaban como tumbas al calor del carajillo. Los mismos que se vuelven insoportables cuando Messi mete dos goles a la portería de Florentino, pero no dicen ni pío cuando Cristiano les devuelve el merecido.

Así las cosas, ¿Por qué no acudió Pablo Iglesias a la cita de Barneda?, se preguntarán ustedes. Según la versión oficial de su partido; el líder del morado no acudió a la cita porque el formato del programa – Un tiempo nuevo – no cumplía con las condiciones exigidas. Al parecer – dicen las malas lenguas de Cenicienta – Iglesias no quiso acudir al encuentro sino era acompañado. Algo insólito, si tenemos en cuenta que el secretario general de Podemos ha concedido muchísimas entrevistas a multitud de medios sin la presencia de su equipo. No olvidemos que desde que TeleCinco emite este programa, todos los invitados – desde Montoro hasta el pequeño Nicolás – han acudido solos a la silla de Barneda. Es por ello que Pablo Iglesias conocía de antemano cuáles eran las reglas del juego antes de comprometerse y dar plantón, a posteri, al programa de TeleCinco. Lo cierto es que su plantón a Sandra Barneda se produjo la misma semana que la prensa destapó el "caso Errejón", o dicho más claro, los mil ochocientos y pico que cobra Ernesto por la Universidad de Málaga, a pesar – supuestamente – de no cumplir con el mismo y dedicar ese tiempo a los asuntos de Podemos.

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