El exsocio de Iñaki Urdangarin en el Instituto Nóos, Diego Torres, acompañado de su mujer, Ana María Tejeiro, a su llegada hoy a los juzgados de la capital balear, donde ambos están citados a declarar por el juez que instruye el caso Nóos de presunta corrupción, José Castro. EFE El exsocio de Iñaki Urdangarin en el Instituto Nóos, Diego Torres, acompañado de su mujer, Ana María Tejeiro, a su llegada hoy a los juzgados de la capital balear, donde ambos están citados a declarar por el juez que instruye el caso Nóos de presunta corrupción, José Castro. EFE



Diego Torres, según destapa El Mundo, está dispuesto a acabar con el duque de Palma también en el plano personal y familiar. Diego Torres pretende judicializar en una nueva tanda una serie de correos íntimos que probarían supuestas infidelidades de Urdangarin. Sin embargo, ni el juez José Castro ni la Fiscalía están dispuestos a incorporar al caso Nóos mensajes sobre la vida privada del matrimonio.

Pero Torres está dispuesto a ir a por todas y no tirará la toalla fácilmente. Según la versión del diario de Pedro J. está dipuesto a recurrir a los medios para que lancen sus "bombas": "El e-mail que saqué de Urdangarin con fotos de ciclistas en topless fue sólo un aperitivo".

La estrategia de defensa de Torres pasa por hacer públicos poco a poco cientos de correos electrónicos comprometedores para Urdangarin y Zarzuela. En los que ha entregado en los últimos tiempos al juez Castro figura el nombre de Corinna zu Sayn-Wittgenstein, la "entrañable amiga" del Rey también participó en el Valencia Summit.

Justo después de que Torres evidenciara la connivencia de Urdangarin con el secretario de las infantas Carlos García Revenga en los negocios de Nóos y la relación de máxima confianza  entre los dos hombres, fue imputado. En uno de esos mensajes Urdangarin se despedía con un ““Agur. El duque em…Palma…do”.

Este goteo de mensajes no es del agrado en absoluto de los investigadores del caso, que han instado en varias ocasiones a Torres a que entregue toda la documentación que pueda tener que sea interesante para el caso. Sin embargo él no piensa rectificar su estrategia y anuncia, según El Mundo, una nueva serie "más destructiva".

El periódico dedica uno de sus editoriales a cargar contra lo que entiende una venganza personal. Tras indicar que no todos los correos deben ser tenidos en cuenta, concluye: "Parece claro que Torres trata de diluir la causa en los problemas de la Monarquía entrando para ello incluso en el terreno de la intimidad. La Justicia no puede ni debe prestarse al juego de las venganzas personales".