El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante la rueda de prensa que ha ofrecido hoy tras presidir la última reunión del Consejo de Ministros de 2012, en la que ha hecho balance de su gestión al frente del Ejecutivo durante el año que ha transcurrido desde su toma de posesión. EFE



Rajoy sigue sin asumir ningún tipo de responsabilidad. Si hay recortes, es por culpa de la herencia recibida. Después de un año al frente del Gobierno augura un 2013 malo, especialmente en la primera mitad. Y, a pesar de que no tiene intención de pedir "paciencia" ni "confianza ciega", sí reclama "comprensión y solidaridad, por unas medidas que a nadie gustan, pero que son necesarias''.

Herencia recibida
"Si no nos hubiéramos encontrado con semejante deterioro de las cuentas públicas, no habríamos muchas cosas de las que hemos tenido que hacer", ha dicho en su comparecencia ante los medios para hacer balance del año.

Confianza en sus medidas
El jefe del Ejecutivo ha defendido sus medidas, en especial la ''la reestructuración del sistema financiero y la reforma laboral'' que, a su juicio, ''sientan las bases para un crecimiento estable y sostenible de la economía española en el futuro''. Sin embargo, su reforma laboral, casi un año después de estar en vigor no ha hecho más que destruir puestos de trabajo.

Mención a los vapuleados funcionarios y pensionistas
En su discurso, tuvo un ''reconocimiento especial'' para con los funcionarios a los que ha recortado considerablemente el sueldo e incluso ha privado de su paga extra de navidad. Le agradeció su gran sacrificio y también se disculpó con los pensionistas por no haber podido actualizar su paga tal y como había prometido.

Doble golpe a González
En contra de lo que vienen pidiendo algunos líderes del PP madrileño, Rajoy aclaró que no tiene intención de regular el derecho a la huelga. También habló de la polémica con la Comunidad de Madrid por la aplicación del euro por receta y expresó su determinación de recurrir la medida al Tribunal Constitucional tal y como ha hecho en el caso de Cataluña.

No pedirá el rescate
Sobre el manido rescate, subrayó que a día de hoy no tiene pensado pedir la intervención financiera del Banco Central Europeo (BCE), pero no descarta hacerlo en el futuro.

Hablar de Cataluña, pero con sus condiciones
El presidente también se refirió a la tensión soberanista en Catalunya. Rajoy ha dicho que está dispuesto al diálogo con Artur Mas, pero  siempre dentro del marco que delimita la Constitución. Ha añadido que como presidente constitucional de España debe "dejar claro" que conoce las "responsabilidades" asumidas, las lealtades a que se debe y el papel que le incumbe en defensa de la Carta Magna, y ha asegurado que no se desviará "de ninguna de ellas".

En este sentido, ha reconocido que se pueden "mejorar muchas cosas, recomponer consensos debilitados y acomodar mejor las demandas de diversidad" pero ha precisado que siempre será necesario respetar "las reglas y procedimientos", así como "con lealtad recíproca, primando lo que nos une sobre lo que nos separa". Rajoy ha señalado que él nunca ha "roto los puntos de encuentro", por lo que hará todo lo que esté "en sus manos para poder encontrar" esos puntos encuentro en beneficio de los ciudadanos.